A sus 30 años, Víctor Manuel Ruotti Domínguez, concepcionero de nacimientos y residente en Estados Unidos, es toda una celebridad en el mundo científico internacional. Y no es para menos. Este joven científico, master en bioinformática, que trabaja en el prestigioso instituto de investigación WiCell, de la Universidad de Winsconsin-Madison, forma parte de un equipo de investigadores que con sus descubrimientos podría transformar el futuro de la medicina.
Liderados por el famoso Dr. James Thompson (el primer científico que consiguió derivar células madre a partir de embriones humanos en el año 1998), los investigadores descubrieron un método a través del cual se pueden utilizar células de cualquier parte del cuerpo humano para reponer otras dañadas o enfermas.El descubrimiento posibilitará a futuro el tratamiento de enfermedades crónicas, como el Alzheimer, Parkinson, la diabetes, entre otras.En esta entrevista con La Nación, el concepcionero del campo científico, y detalles de su vida lejos de su ciudad y su país.“Nuestro experimento es grande y se le reconoce a nivel internacional y estamos con mucho éxito. Es el futuro de la medicina”, afirma.
—¿En qué consiste el proyecto?
—El doctor James Thompson dedicó toda su carrera a intentar conseguir células madres embrionarias a partir de células adultas, sin hacer una clonación, y lo obtuvo ahora con el descubrimiento que hicimos. Se hizo a través de la introducción de cuatro genes, que se llaman factores de trascripción, que son los que van adentro del genoma de las células y que al insertarse cambian su identidad y van dándole forma de células embrionarias.(Los científicos lograron reprogramar las células adultas hasta llevarlas a un estado "pluripotencial", capaz de dar lugar a los distintos tipos de células del organismo humano.)
—¿Qué beneficios puede traer para la ciencia médica y por sobre todo para la humanidad?
—Es lo que va a ser la medicina dentro de unos años. Los médicos tendrán la posibilidad de reformar un tejido humano a partir de estas células. En el futuro, podrán utilizar estas células para crear tejidos de páncreas para ser utilizados en pacientes con problemas de ese tipo. Lo bueno es que ahí no hay rechazo inmunológico, porque las células vienen del propio paciente y hay un sin fin de aplicaciones en el campo médico… pero todavía falta tiempo.
—¿Como te sentís tan lejos de tu familia?
—Se extraña, pero la rutina del trabajo diario en EEUU es muy ajetreada. Siempre estamos muy ocupados.
—¿En qué colegio estuviste?
—Santa Teresita en el 90, el sexto grado. Luego fui un año al Salesiano y luego volví al liceo (Santa Teresita). Con la AFS, el sexto curso, la última parte, ya en EEUU.
—¿Cómo estás pasando tus vacaciones?
—Con la familia, y tratando de despejar un poquito la mente para empezar a trabajar de vuelta.
—¿Cómo te sentís siendo considerado un científico tan reconocido?
—Igual que antes, nada cambia en mi persona. Inclusive te da más animo para seguir adelante, continuar y trabajar inclusive más en estos proyectos.Lento avance.
El uso de células madre en Paraguay es todavía muy incipiente. El primer intento de utilización terapéutica de este material genético se realizó en 1996 en el Hospital Bautista.
El receptor fue un paciente diabético, a quien le fueron implantadas células madre pluripotenciales extraídas de la médula ósea y sembradas en los músculos del pie derecho ulceroso.
Desde entonces, se han realizado otras intervenciones similares. En el 2005, un paciente de IPS fue la primera persona en el país en someterse al implante de células madre autólogas en las arterias coronarias.
El Paraguay también cuenta con un banco de células madre de cordón umbilical. Se trata de la firma Células Madre Paraguay, una filial del New England Cord Blood Bank, localizado en Boston, Estados Unidos, que ofrece el servicio de recolección, procesamiento y almacenamiento de este valioso material.
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