El mosquito transmisor del dengue: Aedes Aegypti

El Aedes aegypti, un mosquito que mide aproximadamente medio centímetro de largo, tiene hábitos que lo califican como un insecto urbano.

Él prefiere estar dentro de una construcción que andar al aire libre, y elige los lugares con poca iluminación, y si es posible con algo de humedad, como los espacios que quedan entre los armarios y la pared, o entre la cama y el piso. Gusta de ubicarse también bajo muebles como mesas y sillas.

No se cría en ríos, charcos o lagos de aguas turbias, sino que pone sus huevos en pequeños recipientes con agua limpia, como floreros, juguetes, botellas, cubiertas, macetas de plantas, entre otros.

El horario de mayor actividad del mosquito es bien temprano a la mañana y a la tardecita.

Vale mencionar que solo la hembra Aedes pica, y por ende transmite el mal.

Un dato interesante es que el mosquito no transmite la enfermedad al chupar la sangre del humano, sino que lo hace al untar su saliva sobre la piel, que sirve como una anestesia que evita que la persona sienta el dolor de la picazón.

El Aedes tiende a desplazarse un máximo de 400 metros, y no se eleva más que a un metro del suelo.