
Los abogados Vidalino Jara Domínguez y Estela Báez afirman que la empresa Fresco Paraguay SA se apoderó de una 300 hectáreas de tierra pertenecientes a Liliana Beatriz Martínez Bogado. La propiedad en cuestión tiene en total 1.820 hectáreas y pertenece a un grupo de noruegos encabezados por Asle Gunnar Teigstad. El inmueble está ubicado en Cuero Fresco, a unos 57 kilómetros de esta ciudad. El martes último, una parte del inmueble fue invadida por más de 200 campesinos. Los labriegos aseguraron que unas 300 hectáreas del inmueble pertenecen a Liliana Beatriz Martínez Bogado y no a la empresa Fresco Paraguay SA. Los representantes legales de Martínez Bogado presentaron el título de propiedad y una carta de intención de ofertas de dichas tierras al fiscal de turno, Guillermo Ortega. “En realidad, esta propiedad pertenece a Liliana Martínez, quien por razones de salud no pudo trasladarse a la fiscalía local para presentar la copia autenticada de la propiedad que le fue adjudicada en un remate judicial. La empresa Fresco Paraguay SA está invocando un derecho que no le corresponde”, expresó el abogado Jara Domínguez. Señaló que, a través de una investigación fiscal, en breve demostrarán la titularidad de las citadas tierras a favor de Martínez Bogado. Sin embargo, el fiscal Ortega manifestó que los análisis del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) demostrarán a quién pertenecen las tierras ocupadas por los campesinos de la comisión de sintierras “Ko’ê Pyahu”, a quienes calificó de invasores. Por su parte, el secretario del Indert-regional Concepción, Lic. Marcelino Fretes, informó que mañana realizarán la verificación correspondiente con el asesor jurídico abogado Juan Carlos Orrego y el topógrafo Arnulfo Alcaraz. También llegó hasta el lugar el fiscal Ortega, quien solicitó a los campesinos que se retiren pacíficamente de la propiedad porque, de lo contrario, serán desalojados. En representación de los campesinos, Mariana Sosa vda. de Valiente, dijo que no se retirarán de las tierras que ocupan hasta que el Indert las adquiera de la dueña, Martínez Bogado, quien les ofreció a través de sus abogados.
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