Fuerzas Conjuntas cambian de base tras fracaso de misión

Las Fuerzas de Tareas Conjuntas “Mariscal Francisco Solano López”, compuestas por policías y militares, abandonan hoy la base de Hugua Ñandu para instalarse en la sede del R.I. 10 Sauce de Concepción, por “motivos de mayor comodidad”, según responsables del operativo. Las tropas abandonan de este modo el monte, tras el fracaso de la misión de captura de miembros del EPP.

Las Fuerzas de Tareas Conjuntas, compuestas por militares afectados al operativo “Jaguarete” y policías al servicio de los operativos “Triángulo” y “Sombra”, se trasladarán esta mañana desde la base de operaciones de la estancia “La Blanca”, en la localidad de Hugua Ñandu, hasta la sede del Regimiento de Infantería Nº 10 “Sauce” de la ciudad de Concepción.
El contingente integrado por más de 600 hombres, logísticos y operativos, se desplazará casi 100 kilómetros hasta la nueva base de operaciones. Los responsables de la misión conjunta argumentaron que el cambio de base se debe principalmente a la mayor comodidad que hay en la sede castrense. Además, según refirieron, ya finalizó la fase de incursiones en los montes y ahora se anuncian movimientos más específicos.
Sin embargo, el alejamiento de las tropas conjuntas de los montes norteños hacia el casco urbano de la capital departamental se produce tras el rotundo fracaso de la misión que tenía como objetivo “cercar en su terreno” a los miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo.
La dotación de las fuerzas públicas, integradas por elementos militares y policiales, comenzó a operar desde Hugua Ñandu el 22 de enero pasado, tras el arribo a la zona de más de 450 efectivos castrenses para “apoyar” la gestión de los agentes de las fuerzas especiales de la Policía, que intervinieron el Primer departamento tras el secuestro de Fidel Zavala.
Las Fuerzas de Tareas Conjuntas “Mariscal Francisco Solano López” fueron creadas tras una resolución de la comisión de crisis integrada por representantes de los ministerios del Interior y de Defensa, con el propósito de sitiar el departamento de Concepción y capturar a los miembros del EPP. Sin embargo, recién a 16 días de iniciarse las incursiones en los montes del Norte las tropas salen de la zona de influencia del EPP con más penas que glorias.
Los efectivos no pudieron capturar a ningún guerrillero y desde los primeros días de la misión se notó la falta de preparación de los agentes para aguantar los rigores del monte, ya que muchos de ellos tuvieron que desertar por insolación, problemas gástricos y hasta picaduras de insectos. Hasta ahora no se justificó la cuantiosa inversión del Gobierno en la misión.