Concepción.- (UH) En zona de las estancias que se encuentran entre Arroyito y Tacuatí no existen puestos de control o vigilancia de fuerzas policiales o militares. Es decir, los soldados del EPP tienen las áreas boscosas de la zona para moverse a sus anchas.
Un equipo periodístico del Centro Informativo Multimedios (CIM) recorrió la zona de operaciones del autodenominado Ejército del Pueblo Paragauayo (EPP), en los departamentos de Concepción y San Pedro, y descubrió que entre las estancias que se encuentran entre Arroyito y Tacuatí no existen puestos de control o vigilancia de fuerzas policiales o militares. Es decir, los soldados del EPP tienen las áreas boscosas de la zona para moverse a sus anchas.
Con la ayuda de un baqueano de la zona, el recorrido se inició en la estancia Santa Adelia, en Arroyito, donde el 21 de abril fueron asesinados cuatro personas: un policía, un capataz y dos peones de estancia, por parte de presuntos integrantes del EPP. A pocos metros del lugar, la Policía halló ese mismo día un campamento del EPP y, posteriormente, otro que contaba con un improvisado stand de tiro.
Durante una caminata de cuatro horas y media, el equipo del CIM atravesó la propiedad de las estancias Guaraní, Santa Adelia e Ypoti, y lo más curioso fue que, en todo el trayecto, no se observó ningún puesto de vigilancia policial o militar, a pesar de que se trata de la zona de operaciones del grupo armado. Los militares afirman que siguen aguardando una orden superior para entrar en los montes y que la inteligencia policial ubique el lugar exacto donde se encuentra el EPP.
El recorrido finalizó en un establecimiento cercano a Tacuatí, que resultó ser del ganadero Luis Lindstron, quien fue secuestrado por el EPP y estuvo 43 días en cautiverio. Lindstron no quiso hacer declaraciones y optó por manifestar que ahora lleva una vida tranquila y que prefiere seguir así. En línea recta, a solo 20 kilómetros de allí, se encuentra el lugar donde lo tuvieron cautivo.
El miedo.
Los ganaderos de Concepción y San Pedro aseguran que los miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo siguen en la zona, entre Arroyito y Tacuatí. Esta es la razón por la que prefieren el silencio y por la que las víctimas de secuestros no quieren declarar ante la Fiscalía. Lindstron no declaró hasta la fecha ante el fiscal, al igual que Fidel Zavala. Los peones tienen la orden de sus patrones de no hablar sobre la presencia del grupo armado, para evitar represalias. Si bien la presencia policial y militar en la zona brinda cierta garantía, todos saben que tarde o temprano quedarán nuevamente solos.
Rutas sin control
El control policial-militar en las rutas de Concepción y Amambay prácticamente no existe.
Al menos, esto fue lo que aseguró categóricamente un ciudadano debidamente identificado, pero mantenemos en reserva. Comentó que cuando pasó por varias localidades de los citados departamentos, para luego llegar a Vallemí, no observó presencia militar ni policial alguna. Señaló que el jueves retornó del Brasil por Pedro Juan Caballero. Dijo que en el trayecto hacia Concepción no observó control alguno, pese al anuncio del Gobierno.
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