Bomba casera sería lo que mató a supuesto miembro del EPP

Concepción.- (UH) Si se confirma esta sospecha sostenida por vecinos, potenciará la hipótesis de que el supuesto miembro del EPP José del Rosario Cabrera fue asesinado por gente de ese mismo grupo, en Kurusu de Hierro.

José del Rosario Cabrera, el político que aparentemente se distanció de los radicales soldados de la banda Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), asumiendo como concejal municipal de Azotey por el Partido Colorado, fue asesinado el miércoles de noche.
Para los vecinos de Kurusu de Hierro, la muerte de esta persona no fue perpetrada con escopeta o ametralladora como se dijo inicialmente, sino que una bomba casera fue la que provocó el estallido de su cráneo, y dejó huellas en la tierra y los árboles.
"El estruendo fue diferente, y no puede ser que una escopeta queme las hojas de un árbol alto y tire la masa encefálica a 4 metros del cuerpo", explicó uno de los vecinos, que pidió que su identidad se mantenga en reserva por miedo a las represalias.
Los peritos volvieron al lugar para recoger más evidencias que encontraron los vecinos.
"Vamos a seguir con la investigación, no podemos descartar nada, para eso los peritos volvieron al lugar del hecho en búsqueda de más evidencias, ya que a la noche el trabajo fue más dificultoso", señaló el comisario Eligio Insaurralde, jefe de la Policía Departamental.

INTERNISMO.

Según una información recabada por la Policía, el procesado por estar supuestamente vinculado al EPP nunca colaboró con los investigadores en informaciones.
Los agentes del Departamento Antisecuestro no descartan que haya habido un problema interno entre el grupo del EPP, lo cual le costó la vida a quien ha acogido en su patio a los miembros del grupo criminal.
Los concejales de Azotey indicaron que Cabrera nunca habló de amenazas; sin embargo, andaba muy preocupado por una deuda muy abultada, acumulada para la obtención de su libertad y que debía cubrir próximamente.
"Estaba muy preocupado y con muchos problemas económicos, pero nunca nos habló de amenazas, pese a que envió a su familia a Asunción", dijo Hugo Florenciani, concejal y amigo de Cabrera.
Indicó que incluso le manifestó que tenía deseo de vender su terreno, a fin de saldar una cuenta de G. 26 millones que vencía en los próximos días. "Le dijimos que íbamos a ayudar y que aguante más para así evitar la venta de su terreno", agregó el político.