“En la mayoría de los casos, los cuadros de tos convulsa lo presentan lactantes, específicamente menores de 3 meses de edad. El foco de transmisión de esta franja son los adultos que conviven con los menores”, explica la Directora General de Vigilancia de la Salud, Dra. Celia Martínez.
Para hacerle frente a esta enfermedad, la profesional refirió que el Esquema Regular de Vacunación cuenta con la vacuna triple, que es suministrada a los niños, de hasta 7 años.
Bordetella pertusis, causante de la tos convulsa, es una de las principales causas de tos crónica en los adolescentes y adultos. “De ahí que actualmente, una de las prioridades de esta cartera, presentada por el Ministro de Salud es la introducción de la vacuna triple bacteriana, adaptada para niños mayores”, resaltó Martínez.
Por su parte, el Dr. Carlos Torres, director del Programa Ampliado de Inmunizaciones, mencionó que la tos convulsa, llamada también tos ferina, es una enfermedad que puede ser considerada endémica, porque persiste la transmisión a través de los adultos, quienes actúan como portadores transitorios en los niños menores.
“A finales del año pasado, cuando empezamos a evidenciar esta situación, hemos adquirido pequeños lotes de vacuna de DPT acelular, indicado específicamente para adolescentes y adultos, con la cual se esta llevando a cabo acciones inmunitarias al personal de salud que atiende los casos en las diferentes regiones sanitarias del país, y a toda la población a partir de 10 años, que sean contactos de los casos graves, a fin de cortar con la cadena de transmisión”, informó al respecto Carlos Torres.
El brote de esta enfermedad se dio en Maciel, zona de Caazapá, donde se están llevando las intervenciones correspondientes. Los demás son casos aislados.
Síntomas a tener en cuenta:
Transcurrido este tiempo, el cuadro empieza a agravarse, ya con una tos más persistente, tipo quintosa, como 5 a 15 accesos de tos sin posibilidad de inspiración, terminando por lo general con un chillido, que puede ir acompañado de vómitos. Al complicarse se presentan convulsiones, pérdida de la conciencia, encefalopatía e incluso cuadros de neumonía. Este periodo, denominado paroxístico, puede durar otras dos semanas más, para luego entrar en la etapa de convalecencia, que es la recuperación paulatina del paciente, en el caso de que sobreviva.
En los más pequeños, como no cuentan con la fuerza suficiente para toser se produce abnea, una dificultad respiratoria, que le produce cianosis, produciendo una coloración azulada de la piel por falta de oxigeno.
Ante la presencia de alguno de estos síntomas, el profesional recomienda la consulta inmediata.
Fuente: MSPBS
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