El crimen ocurrió el sábado pasado en el distrito de Sargento José Félix López, más conocido como Puentesiño, distante 200 kilómetros al noreste de la capital departamental.
Testigos relataron que el político se encontraba en la vivienda de Juan Fretes Machado (39), en compañía de su pareja Sebastiana Florenciano (20) y otros vecinos. En un momento dado llegó al sitio el sicario, que en voz alta y desafiante preguntó dónde estaba Sixto Pérez.
El pistolero buscó por unos segundos al político entre las otras personas que estaban en el sitio, y tras ubicarlo en un sector de la propiedad, lo encaró y le disparó tres tiros casi a quemarropa con una pistola calibre 9 mm.
La víctima cayó al suelo y falleció casi en forma instantánea, debido a que los proyectiles dañaron órganos vitales en la cabeza, pecho y abdomen. En tanto que la pareja de Pérez, Sebastiana Florenciano, también sufrió una herida en la mano izquierda.
Tras confirmar que el político estaba muerto, el sicario guardó su arma en la cintura y caminó hasta una calle vecinal, donde un cómplice lo aguardaba a bordo de una motocicleta con el motor en marcha y escaparon de la zona, señalaron los testigos.
Debido a que los allegados aseguraron que la víctima no tenía enemigos y que tampoco recibió amenazas de muerte, el jefe de la división Homicidios de Investigación de Delitos, el Crio. César Silguero, envió un grupo de agentes la zona para reforzar la pesquisa del crimen.
Testigos relataron que el político se encontraba en la vivienda de Juan Fretes Machado (39), en compañía de su pareja Sebastiana Florenciano (20) y otros vecinos. En un momento dado llegó al sitio el sicario, que en voz alta y desafiante preguntó dónde estaba Sixto Pérez.
El pistolero buscó por unos segundos al político entre las otras personas que estaban en el sitio, y tras ubicarlo en un sector de la propiedad, lo encaró y le disparó tres tiros casi a quemarropa con una pistola calibre 9 mm.
La víctima cayó al suelo y falleció casi en forma instantánea, debido a que los proyectiles dañaron órganos vitales en la cabeza, pecho y abdomen. En tanto que la pareja de Pérez, Sebastiana Florenciano, también sufrió una herida en la mano izquierda.
Tras confirmar que el político estaba muerto, el sicario guardó su arma en la cintura y caminó hasta una calle vecinal, donde un cómplice lo aguardaba a bordo de una motocicleta con el motor en marcha y escaparon de la zona, señalaron los testigos.
Debido a que los allegados aseguraron que la víctima no tenía enemigos y que tampoco recibió amenazas de muerte, el jefe de la división Homicidios de Investigación de Delitos, el Crio. César Silguero, envió un grupo de agentes la zona para reforzar la pesquisa del crimen.
Fuente: ABC
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