Ahora, en un intento desesperado por tratar de descomprimir las críticas, las principales zonas de influencia de los criminales quedaron bajo resguardo militar, sin embargo todo tiende a quedar nuevamente en la nada, con lo que el EPP sigue gozando de impunidad. En solo un año de gestión de Federico Franco, los criminales atacaron 24 veces, mientras que en la era Fernando Lugo hubo 29 atentados, pero en casi tres años.
El exintendente de Tacuatí fue asesinado el viernes 31 de mayo pasado, a las 08:00, dentro del predio de la estancia “Paso Itá”, perteneciente a Maris Llorens, aunque en un área de 1.000 hectáreas que arrendaba para la elaboración de carbón, mediante el aprovechamiento de los troncos obtenidos con la limpieza del monte.
Lindstron fue emboscado en un camino interno de la mencionada hacienda, a 1.200 metros del retiro “Fortaleza I”, cuando transitaba en su camioneta Toyota Hilux, con chapa ARZ 232. Minutos antes, Lindstron había bajado en un punto a un motosierrista y acababa de visitar el campamento de sus empleados, para quienes debía ir a traer víveres de la ciudad de Tacuatí.
Sin embargo, por el camino, le salieron al menos cuatro elementos del EPP, desde un pequeño monte de la estancia “Santa Amalia”, colindante con “Paso Itá”. Los criminales altearon al estanciero, aunque después rociaron a tiros su camioneta con fusiles M-16, calibre 556. En total, los peritos recogieron 54 casquillos y la fiscalía otros cinco.
Movilización
Luego de conocerse la noticia de la muerte de Lindstron, el presidente Federico Franco y el ministro del Interior, Carmelo Caballero, ordenaron la conformación de una comisión de crisis y movilizaron atarantadamente a la mayor cantidad de recursos que tenían a mano.
En una actitud calificada de grosera e indignante, Franco y Caballero acudieron al día siguiente al velatorio del ganadero, aunque demoraron en el lugar solo 10 minutos.
Posteriormente, recién a 72 horas del asesinato de Luis Alberto Lindstron Picco, la Policía Nacional peinó por aire y tierra la zona donde ocurrió el crimen, en Tacuatí. Paralelamente el intendente de Tacuatí, Orlando de Vaca (PLRA), pidió la militarización de la zona, ante el cruel asesinato del también exjefe comunal.
“Ojalá que se militarice nuestra comunidad, para ver si así no tenemos un poco más de tranquilidad, porque hasta los menonitas ya me llamaron preocupados por lo que nos está pasando. Nosotros solo queremos trabajar y no nos dejan”, se quejó Orlando de Vaca.
Tras un nuevo viaje del Presidente y el ministro al teatro de operaciones, y luego del rotundo fracaso de los trabajos de la Policía, el secretario de Estado no tuvo otra opción más que admitir que el EPP mantiene un área de influencia de 500.000 hectáreas, dentro de las cuales perpetraron numerosos ataques en establecimientos, atentados y homicidios.
La orden
Finalmente, tras varias estrategias infructuosas, el Presidente de la República ordenó militarizar al menos las principales áreas donde se mueven los criminales, con lo que un importante contingente militar se instaló en la zona limítrofe entre Concepción y San Pedro, en el puente sobre el río Ypané, con una barricada a cargo del Comando de Infantería de Marina.
Sin embargo, pese a la tardía movilización de los militares, una vez más la operación de búsqueda de los miembros del EPP tiende a quedar en la nada, así como los 24 golpes que perpetraron los delincuentes durante el gobierno de Federico Franco, en un año. Franco, quien tanto criticaba a su antecesor Lugo, registró más episodios violentos del EPP durante su mandato, a diferencia del exobispo, quien en casi tres años acumuló 29 apariciones de los criminales.
Fuente: ABC
El exintendente de Tacuatí fue asesinado el viernes 31 de mayo pasado, a las 08:00, dentro del predio de la estancia “Paso Itá”, perteneciente a Maris Llorens, aunque en un área de 1.000 hectáreas que arrendaba para la elaboración de carbón, mediante el aprovechamiento de los troncos obtenidos con la limpieza del monte.
Lindstron fue emboscado en un camino interno de la mencionada hacienda, a 1.200 metros del retiro “Fortaleza I”, cuando transitaba en su camioneta Toyota Hilux, con chapa ARZ 232. Minutos antes, Lindstron había bajado en un punto a un motosierrista y acababa de visitar el campamento de sus empleados, para quienes debía ir a traer víveres de la ciudad de Tacuatí.
Sin embargo, por el camino, le salieron al menos cuatro elementos del EPP, desde un pequeño monte de la estancia “Santa Amalia”, colindante con “Paso Itá”. Los criminales altearon al estanciero, aunque después rociaron a tiros su camioneta con fusiles M-16, calibre 556. En total, los peritos recogieron 54 casquillos y la fiscalía otros cinco.
Movilización
Luego de conocerse la noticia de la muerte de Lindstron, el presidente Federico Franco y el ministro del Interior, Carmelo Caballero, ordenaron la conformación de una comisión de crisis y movilizaron atarantadamente a la mayor cantidad de recursos que tenían a mano.
En una actitud calificada de grosera e indignante, Franco y Caballero acudieron al día siguiente al velatorio del ganadero, aunque demoraron en el lugar solo 10 minutos.
Posteriormente, recién a 72 horas del asesinato de Luis Alberto Lindstron Picco, la Policía Nacional peinó por aire y tierra la zona donde ocurrió el crimen, en Tacuatí. Paralelamente el intendente de Tacuatí, Orlando de Vaca (PLRA), pidió la militarización de la zona, ante el cruel asesinato del también exjefe comunal.
“Ojalá que se militarice nuestra comunidad, para ver si así no tenemos un poco más de tranquilidad, porque hasta los menonitas ya me llamaron preocupados por lo que nos está pasando. Nosotros solo queremos trabajar y no nos dejan”, se quejó Orlando de Vaca.
Tras un nuevo viaje del Presidente y el ministro al teatro de operaciones, y luego del rotundo fracaso de los trabajos de la Policía, el secretario de Estado no tuvo otra opción más que admitir que el EPP mantiene un área de influencia de 500.000 hectáreas, dentro de las cuales perpetraron numerosos ataques en establecimientos, atentados y homicidios.
La orden
Finalmente, tras varias estrategias infructuosas, el Presidente de la República ordenó militarizar al menos las principales áreas donde se mueven los criminales, con lo que un importante contingente militar se instaló en la zona limítrofe entre Concepción y San Pedro, en el puente sobre el río Ypané, con una barricada a cargo del Comando de Infantería de Marina.
Sin embargo, pese a la tardía movilización de los militares, una vez más la operación de búsqueda de los miembros del EPP tiende a quedar en la nada, así como los 24 golpes que perpetraron los delincuentes durante el gobierno de Federico Franco, en un año. Franco, quien tanto criticaba a su antecesor Lugo, registró más episodios violentos del EPP durante su mandato, a diferencia del exobispo, quien en casi tres años acumuló 29 apariciones de los criminales.
Fuente: ABC
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