- Ganaderos piden que se solucione definitivamente el problema del EPP, pues temen repercusiones en la economía. Mientras, en San Pedro un empresario cerró sus empresas hasta que liberen a Arlan y suman 500 los empleados parados.
Varios miembros de la Asociación Rural del Paraguay pidieron una acción definitiva contra el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), un grupo de delincuentes que se dedica al secuestro y la extorsión.
“La seguridad es una cosa pendiente del Estado que queda, queda, sigue y sigue. El Estado está ausente en estos lugares”, dijo Néstor 'Tito' Núñez, expresidente de la ARP. No es la primera vez y no solo desde este sector, que se puntualiza sobre la falta de inversión en todas las áreas sociales en la zona norte, como el único medio real para combatir a este grupo criminal.
Hay que entender que no es solamente un problema de los ganaderos, empresarios, a quienes secuestran y sacan dinero, sino también de la gente humilde a la que estos delincuentes matan, dijo Luis Enrique Villasanti, presidente de la ARP filial Concepción.
Indicó que es preocupante que si no se encuentra una solución, esto tenga repercusiones en los inversionistas.
“Tenemos miedo, hay reconocer; hay mucha gente que tiene miedo, no va a sus estancias, manda a administradores. Quién es el que va a venir a invertir a Paraguay cuando hay un grupo de delincuentes que hacen lo que quieren”, se preguntó.
LOS 500 TRABAJADORES PARADOS
Como consecuencia del secuestro de Arlan Fick (16), que conmueve a todo el país, Albino Zacarías, un empresario menonita de la zona de San Pedro, decidió cerrar temporalmente todos sus establecimientos en solidaridad con la familia Fick y también porque maneja información de que el EPP también lo tiene en la mira.
Zacarías se dedica a la agricultura, tiene un silo, estaciones de servicio, un aserradero y un establecimiento de producción de carbón y este cese temporal de actividades afecta directamente a unos 500 trabajadores.
Solamente saben que las empresas serán reabiertas cuando liberen a Arlan y quieren que eso sea lo antes posible, dijeron al noticiero de ABC Color.
“La seguridad es una cosa pendiente del Estado que queda, queda, sigue y sigue. El Estado está ausente en estos lugares”, dijo Néstor 'Tito' Núñez, expresidente de la ARP. No es la primera vez y no solo desde este sector, que se puntualiza sobre la falta de inversión en todas las áreas sociales en la zona norte, como el único medio real para combatir a este grupo criminal.
Hay que entender que no es solamente un problema de los ganaderos, empresarios, a quienes secuestran y sacan dinero, sino también de la gente humilde a la que estos delincuentes matan, dijo Luis Enrique Villasanti, presidente de la ARP filial Concepción.
Indicó que es preocupante que si no se encuentra una solución, esto tenga repercusiones en los inversionistas.
“Tenemos miedo, hay reconocer; hay mucha gente que tiene miedo, no va a sus estancias, manda a administradores. Quién es el que va a venir a invertir a Paraguay cuando hay un grupo de delincuentes que hacen lo que quieren”, se preguntó.
LOS 500 TRABAJADORES PARADOS
Como consecuencia del secuestro de Arlan Fick (16), que conmueve a todo el país, Albino Zacarías, un empresario menonita de la zona de San Pedro, decidió cerrar temporalmente todos sus establecimientos en solidaridad con la familia Fick y también porque maneja información de que el EPP también lo tiene en la mira.
Zacarías se dedica a la agricultura, tiene un silo, estaciones de servicio, un aserradero y un establecimiento de producción de carbón y este cese temporal de actividades afecta directamente a unos 500 trabajadores.
Solamente saben que las empresas serán reabiertas cuando liberen a Arlan y quieren que eso sea lo antes posible, dijeron al noticiero de ABC Color.
Fuente: ABC
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