Elpidio Álvarez Vera, de 33 años de edad, es el comerciante que denunció haber sido despojado el martes de un carga de 400 cartuchos, además de chalecos tácticos y uniformes que pretendía vender a los policías apostados en Concepción.
De acuerdo al relato, el hombre viajaba a bordo de una Nissan tipo furgón cuando, al cruzar un puente en la zona de Kurusu de Hierro, fue interceptado por cuatro o seis personas armadas y a cara descubierta.
“Al principio pensé que eran policías, pero luego ya me apuntaban con armas. Dije en mi pensamietno que eran policías que me están hinchando, porque todos me conocen y conocen mi vehículo”, manifestó, en contacto con la 780 AM.
Posteriormente, uno de los desconocidos lo obligó a bajar del vehículo, acción que no pudo realizar rápidamente debido a que -en medio del nerviosismo- no podía destrabar el seguro de la puerta, según señaló.
“De tan asustado, no podía ni desbloquear. Después se desbloqueó, bajé y uno le dijo a otro: 'Ejuka, ejuka (matale, matale)'. 'No me mates', dije y empecé a llorar”, relató.
Los asaltantes revisaron que el hombre no porte armas para luego sustraerle el teléfono celular. “'No me maten: lleven todo pero no me maten' pedí y empecé a llorar como loco”, insistió.
Finalmente, los atacantes no le hicieron daño, aunque sí se llevaron 400 cartuchos calibre 38 y 9 milímetros, de 12 a 20 botas, una caja de linternas, cinco o seis unidades de chalecos tácticos, 10 a 12 unidades de mochilas camufladas, cinco o seis camperas de color azul y negro, además de varios calzados deportivos.
Aseguró que nunca le tocó vivir una situación similar, pese a que -según comentó- lleva cinco años viajando periódicamente a Concepción para proveer de municiones y uniformes a los agentes que luchan contra el EPP. “Nunca me asusté tanto así”, aseveró.
Comentó que trabaja para la empresa Comercial Aló, con sede en Asunción, y se traslada al Norte para ofrecer sus productos y cumplir con pedidos específicos de los efectivos policiales.
Para el Ministerio del Interior y la Comandancia de la Policía resulta llamativo que la víctima no haya pedido custodia para transportar tal carga.
Las autoridades incluso sospechan de que se trató de una entrega para el EPP, que podría aprovechar los uniformes y las municiones en próximos ataques.
Dimabel iniciará sumario
La Dimabel confirmó que la empresa Comercial Aló, cuyo funcionario denunció haber sido asaltado en Concepción, no tenía permiso para vender municiones. El ente iniciará un sumario y una intervención en conjunto con la Fiscalía.
El teniente coronel Óscar Villagra, titular del Registro Nacional de Armas de la Dirección de Material Bélico (Dimabel), confirmó que el comerciante asaltado el martes no tenía permiso para vender municiones.
“Al menos como Comercial Aló no hay registro alguno en la Dimabel”, manifestó Villagra, en contacto con ABC Color.
Recordó que -por ley- todos los dedicados al negocio de armas y afines deben estar debidamente registrados y poseer un permiso especial.
“Por principio de la ley, todo material o actividad que no esté autorizado debidamente está prohibido”, señaló.
Al ser consultado sobre las medidas que tomará la Dimabel sobre este caso, adelantó que el ente intervendrá en conjunto con el Ministerio Público.
“La Dimabel debe abrir un sumario. Ahora estamos trabajando con el Centro Nacional de Rastreo de Armas para ir a verificar el negocio y, si existe legalmente, ver si tiene estos materiales”, manifestó.
Adelantó además que se buscará contactar con Elpidio Álvarez, de 33 años de edad, quien transportaba las municiones cuando fue asaltado en el Norte.
“Tenemos que ubicarle a este señor y seguramente va a estar respondiendo a los requerimientos del fiscal de la causa”, manifestó.
Villagra recordó que existe una elevada cifra de armas y municiones comercializadas de manera ilegal en el país.
A modo de ejemplo, recordó que la Policía Nacional incautó un total de 938 armas de fuego en 2013.
Informes anteriores ofrecidos por la Dimabel dan cuenta que hay un sostenido aumento en la tenencia de armas por parte de civiles.
Fuente: ABC
De acuerdo al relato, el hombre viajaba a bordo de una Nissan tipo furgón cuando, al cruzar un puente en la zona de Kurusu de Hierro, fue interceptado por cuatro o seis personas armadas y a cara descubierta.
“Al principio pensé que eran policías, pero luego ya me apuntaban con armas. Dije en mi pensamietno que eran policías que me están hinchando, porque todos me conocen y conocen mi vehículo”, manifestó, en contacto con la 780 AM.
Posteriormente, uno de los desconocidos lo obligó a bajar del vehículo, acción que no pudo realizar rápidamente debido a que -en medio del nerviosismo- no podía destrabar el seguro de la puerta, según señaló.
“De tan asustado, no podía ni desbloquear. Después se desbloqueó, bajé y uno le dijo a otro: 'Ejuka, ejuka (matale, matale)'. 'No me mates', dije y empecé a llorar”, relató.
Los asaltantes revisaron que el hombre no porte armas para luego sustraerle el teléfono celular. “'No me maten: lleven todo pero no me maten' pedí y empecé a llorar como loco”, insistió.
Finalmente, los atacantes no le hicieron daño, aunque sí se llevaron 400 cartuchos calibre 38 y 9 milímetros, de 12 a 20 botas, una caja de linternas, cinco o seis unidades de chalecos tácticos, 10 a 12 unidades de mochilas camufladas, cinco o seis camperas de color azul y negro, además de varios calzados deportivos.
Aseguró que nunca le tocó vivir una situación similar, pese a que -según comentó- lleva cinco años viajando periódicamente a Concepción para proveer de municiones y uniformes a los agentes que luchan contra el EPP. “Nunca me asusté tanto así”, aseveró.
Comentó que trabaja para la empresa Comercial Aló, con sede en Asunción, y se traslada al Norte para ofrecer sus productos y cumplir con pedidos específicos de los efectivos policiales.
Para el Ministerio del Interior y la Comandancia de la Policía resulta llamativo que la víctima no haya pedido custodia para transportar tal carga.
Las autoridades incluso sospechan de que se trató de una entrega para el EPP, que podría aprovechar los uniformes y las municiones en próximos ataques.
Dimabel iniciará sumario
La Dimabel confirmó que la empresa Comercial Aló, cuyo funcionario denunció haber sido asaltado en Concepción, no tenía permiso para vender municiones. El ente iniciará un sumario y una intervención en conjunto con la Fiscalía.
El teniente coronel Óscar Villagra, titular del Registro Nacional de Armas de la Dirección de Material Bélico (Dimabel), confirmó que el comerciante asaltado el martes no tenía permiso para vender municiones.
“Al menos como Comercial Aló no hay registro alguno en la Dimabel”, manifestó Villagra, en contacto con ABC Color.
Recordó que -por ley- todos los dedicados al negocio de armas y afines deben estar debidamente registrados y poseer un permiso especial.
“Por principio de la ley, todo material o actividad que no esté autorizado debidamente está prohibido”, señaló.
Al ser consultado sobre las medidas que tomará la Dimabel sobre este caso, adelantó que el ente intervendrá en conjunto con el Ministerio Público.
“La Dimabel debe abrir un sumario. Ahora estamos trabajando con el Centro Nacional de Rastreo de Armas para ir a verificar el negocio y, si existe legalmente, ver si tiene estos materiales”, manifestó.
Adelantó además que se buscará contactar con Elpidio Álvarez, de 33 años de edad, quien transportaba las municiones cuando fue asaltado en el Norte.
“Tenemos que ubicarle a este señor y seguramente va a estar respondiendo a los requerimientos del fiscal de la causa”, manifestó.
Villagra recordó que existe una elevada cifra de armas y municiones comercializadas de manera ilegal en el país.
A modo de ejemplo, recordó que la Policía Nacional incautó un total de 938 armas de fuego en 2013.
Informes anteriores ofrecidos por la Dimabel dan cuenta que hay un sostenido aumento en la tenencia de armas por parte de civiles.
Fuente: ABC
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