- HORQUETA. El exdirigente de las Ligas Agrarias Cristianas de la Iglesia Católica en Concepción, Manuel Adolfo Grance Ortiz, más conocido como “Yasy” Ortiz, dijo que todos los gobiernos de esta etapa democrática decepcionaron al pueblo paraguayo.
Indicó que, debido a la corrupción y otros factores, el pueblo ya no tiene credibilidad en los políticos
Señaló que, luego de caer la dictadura, retornó de la Argentina, donde estuvo exiliado por 19 años, debido a que fue perseguido por la dictadura del Gral. Alfredo Stroessner. Sostuvo que con el ingreso de la democracia esperaba un cambio real en el Paraguay. Sin embargo, manifestó, el cambio no se produjo por la falta de políticas de desarrollo y los hechos de corrupción que siguen vigentes por la falta de justicia.
Calificó la política paraguaya de "un desierto" por no desarrollar proyectos que mejoren el nivel de las familias campesinas y del área urbana de escasos recursos económicos.
Señaló que con el gobierno de Fernando Lugo tenía esperanzas de que mejore la situación socioeconómica y política del país, “pero finalmente el exobispo defraudó”, remarcó.
Indicó que luego de la caída del gobierno de Lugo tampoco Federico Franco hizo algo para mejorar este país.
Dijo que por esa razón la mayoría del pueblo ya no tiene credibilidad en los dirigentes políticos partidarios, pero admitió que aún existen fanáticos de los partidos tradicionales, quienes por la falta de educación cívico-política son engañados fácilmente por sus dirigentes.
Manifestó que por esa situación la extrema pobreza afecta a miles de familias que viven en las ciudades y en el campo, razón por la cual los hechos delictivos ya son permanentes. “Es hora de que el pueblo busque un cambio real con su protagonismo, debido a que el cambio no vendrá desde arriba, porque todo depende del pueblo paraguayo”, concluyó.
Fuente: ABC
Señaló que, luego de caer la dictadura, retornó de la Argentina, donde estuvo exiliado por 19 años, debido a que fue perseguido por la dictadura del Gral. Alfredo Stroessner. Sostuvo que con el ingreso de la democracia esperaba un cambio real en el Paraguay. Sin embargo, manifestó, el cambio no se produjo por la falta de políticas de desarrollo y los hechos de corrupción que siguen vigentes por la falta de justicia.
Calificó la política paraguaya de "un desierto" por no desarrollar proyectos que mejoren el nivel de las familias campesinas y del área urbana de escasos recursos económicos.
Señaló que con el gobierno de Fernando Lugo tenía esperanzas de que mejore la situación socioeconómica y política del país, “pero finalmente el exobispo defraudó”, remarcó.
Indicó que luego de la caída del gobierno de Lugo tampoco Federico Franco hizo algo para mejorar este país.
Dijo que por esa razón la mayoría del pueblo ya no tiene credibilidad en los dirigentes políticos partidarios, pero admitió que aún existen fanáticos de los partidos tradicionales, quienes por la falta de educación cívico-política son engañados fácilmente por sus dirigentes.
Manifestó que por esa situación la extrema pobreza afecta a miles de familias que viven en las ciudades y en el campo, razón por la cual los hechos delictivos ya son permanentes. “Es hora de que el pueblo busque un cambio real con su protagonismo, debido a que el cambio no vendrá desde arriba, porque todo depende del pueblo paraguayo”, concluyó.
Fuente: ABC
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