CONCEPCIÓN.- En el distrito de Belén, Departamento de Concepción, una treintena de funcionarios del Centro Materno Infantil (SOS) sobreviven por amor a su trabajo, ya que hace 4 meses no perciben sus haberes.
Según la denuncia, el hecho no es nuevo, data de la época de Federico Franco con la diferencia que en aquella época los funcionarios podían salir a protestar, incluso cerraron la ruta. Sin embargo, en la actualidad viven bajo amenaza de ser despedidos si es que elevan su protesta a los medios de prensa. “Nadie puede hablar, estamos sufriendo en silencio, ya que nos amenazan con despido si exigimos nuestro derecho”, dijo una funcionaria identificada ante este corresponsal, pero que pidió anonimato ante la opinión pública.
Dijo que la última vez cobraron el 15 de setiembre el salario que corresponde al mes de junio de este año y que de esa vez no pudieron cobrar, llegando ya a los 4 meses.
Los funcionarios, que son 34, entre enfermeras, médicos, personal administrativo y de servicios, indicaron que hacen malabares para sobrevivir, porque no pueden cumplir con sus compromisos financieros. “A veces ya no tenemos ni siquiera para nuestro combustible y pasaje, pero seguimos adelante firmes en nuestros puestos”, señaló.
Tanto el vicepresidente de la República, Juan Afara, como el ministro de Salud, Antonio Barrios, prometieron en Concepción que la situación se regularizaría, sin embargo, pasaron los meses y empeora la situación de los trabajadores.
El problema, según el doctor Daniel Otazo, presidente del Consejo Regional de Salud de Concepción, es que el Ministerio de Hacienda no transfiere los fondos a Salud Pública.
Comentó que la institución funciona a través del desembolso mensual de 80.000.000 de guaraníes, con los cuales se pagan salarios y los gastos propios del nosocomio.
Dijo que la última vez cobraron el 15 de setiembre el salario que corresponde al mes de junio de este año y que de esa vez no pudieron cobrar, llegando ya a los 4 meses.
Los funcionarios, que son 34, entre enfermeras, médicos, personal administrativo y de servicios, indicaron que hacen malabares para sobrevivir, porque no pueden cumplir con sus compromisos financieros. “A veces ya no tenemos ni siquiera para nuestro combustible y pasaje, pero seguimos adelante firmes en nuestros puestos”, señaló.
Tanto el vicepresidente de la República, Juan Afara, como el ministro de Salud, Antonio Barrios, prometieron en Concepción que la situación se regularizaría, sin embargo, pasaron los meses y empeora la situación de los trabajadores.
El problema, según el doctor Daniel Otazo, presidente del Consejo Regional de Salud de Concepción, es que el Ministerio de Hacienda no transfiere los fondos a Salud Pública.
Comentó que la institución funciona a través del desembolso mensual de 80.000.000 de guaraníes, con los cuales se pagan salarios y los gastos propios del nosocomio.
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