PEDRO JUAN CABALLERO. Las víctimas fueron Carlos Duarte Ruiz (79), quien sufrió tres heridas de arma blanca y una disparo de revólver, y su esposa, Tomasa Romero de Duarte (71). Esta fue ultimada de cinco puñaladas y un balazo, según informaron voceros de la jefatura de Policía local.
De acuerdo a los investigadores, los sicarios habrían llegado en horas de la madrugada a la propiedad de las víctimas.
Aparentemente, los criminales forzaron una de las puertas para ingresar a la humilde vivienda, donde sorprendieron a la pareja en la cama.
Por los rastros encontrados en el lugar se presume que los ancianos se despertaron posiblemente por el ruido de la puerta al abrirse y sorprendieron a los intrusos, quienes al verse descubiertos atacaron a los dueños de casa, primeros con puñales y luego los remataron con disparos de revólver.
Los familiares no denunciaron la desaparición de objetos de valor ni de dinero en efectivo de la casa, hecho que hace sospechar a los agentes que el caso también pudo tratarse de una venganza a raíz de problemas en la repartija de herencia entre algunos allegados, según informaron.
El alevoso crimen recién fue descubierto en horas de la mañana por la empleada doméstica, quien alertó a los vecinos y luego a la Policía.
Varias evidencias
Efectivos de la división Homicidios de la jefatura de Policía de Amambay se trasladaron hasta el sitio, donde levantaron varios elementos a más de varias huellas dactilares, que podrían ser de los asesinos, según explicaron.
Igualmente, los investigadores se encargaron de interrogar a varios vecinos, quienes aseguraron no haber escuchado los disparos ni ruidos de vehículos, por lo que estiman que los asesinos llegaron caminando hasta la vivienda donde eliminaron a los dos ancianos.
Tras los procedimientos de rigor, el fiscal del caso, Hugo Volpe, dispuso la entrega de los cuerpos a los familiares y la remisión de las evidencias recogidas en el sitio al Laboratorio Forense, según confirmaron fuentes de la Policía.
ABC
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