Las agujas del reloj rondaban el mediodía en pleno lunes. El frío se hacía sentir a pesar que en lo alto brillaba el sol. Todo era tranquilo en la zona de Fuerte Olimpo, Alto Paraguay. Pero lo que menos se imaginaban los pobladores del lugar, y en especial un chiquito de 9 años, es que una dura prueba de vida le iba a ser impuesta por el destino.
Ocupado para un recado, el menor salió de la casa, donde vive con las abuelos, para cumplir con su cometido a unos cuantos metros del lugar. Sin embargo, sin que se tenga una explicación coherente de qué fue lo que pasó, se desvió de su trayecto, como atraído por algo, que lo hizo salir del sendero en el que tenía que ir.
Poco tiempo después, en vista que no volvía, los familiares salieron a buscarlo. Nadie lo encontró. Ya con la desesperación a cuestas, fueron a hacer la denuncia correspondiente ante la Policía. Las horas empezaron a correr cada vez más rápido y fue así que hasta se movilizó el pueblo entero a la búsqueda del niño, sobre todo, porque el sol comenzaba a bajar y la temperatura caía bruscamente.
HELADA. En la zona el frío pegó con todo, incluso con hasta 4 grados bajo cero de sensación térmica.
Finalmente cayó la noche. Los padres rompieron en llanto al verse impotentes de no saber dónde estaba su hijo, expuesto quién sabe a qué en medio de la nada. Aún con la luna en el horizonte, la búsqueda siguió por parte de los familiares.
La falta de éxito en la búsqueda hizo que nuevamente personas que conocen bien el lugar salgan decididos a no volver sin buenas noticias. Cuando algunos ya perdían las esperanzas, se escuchó un “aquí estoy” que hizo correr lágrimas de alegría una desesperación reprimida. Era el pequeño José, de 9 años, que a pesar de las temperaturas extremas que se registraron en todo el país estaba vivo.
Con la cara pálida del frío que debió soportar, fue alzado por el papá y por un momento dado se desvaneció, al sentirse que volvía a casa nuevamente. Muchos aseguraron que encontrarlo tan bien después de todo lo que tuvo que pasar, como frío, hambre y sed, fue un verdadero milagro.
Lo vió un médico
Una vez que el menor fue rescatado gracias a la acción solidaria de todos los pobladores, se le hizo un chequeo en el puesto de salud.
Se perdió 29 horas
Cerca del mediodía del pasado lunes fue que José salió de la casa, y lo encontraron recién cuando estaban por ser las 17:00 de ayer.
Cronica
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