Solamente cuando se registran las lluvias no se observan -en el lugar ubicado hacia el este de esta urbe- las humaredas de las quemazones que se realizan en horas de la tarde. Por el calentamiento global, la humedad que deja las lluvias en los pastizales y en el suelo inmediatamente se evaporan y se secan por las altas temperaturas que genera el sol y el ambiente se torna árido en pocas horas.
En la tarde de este jueves nuevamente los pobladores de Espajín quemaron arbustos, produciendo humaredas que contaminan el ambiente, pero las autoridades municipales no detienen dicha práctica.
Al respecto, Rubén Ramírez, secretario de agricultura y del medio ambiente de la municipalidad local, dijo que para ellos es difícil controlar y detener a quienes transgreden las leyes, debido a que no son denunciados por sus vecinos. Manifestó que mañana se trasladará al lugar para ubicar a los autores y depende de los pobladores para detectarlos con el objetivo de multarlos para que no sigan quemando la zona.
Por su parte, la master en ciencias ambientales; Antonia Ramona “Yiya” Martínez señaló que estos hechos suceden por la inconsciencia de la ciudadanía, debido a que falta una educación efectiva del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) de nuestro país. “Por más que a través de emisoras locales se les inste a cuidar los recursos naturales, limpiar el ambiente y luchar contra el calentamiento global no responden a los pedidos de los ambientalistas y repiten esa práctica”, lamentó.
La máster indicó que ya nos encontramos en la época apocalíptica, razón por la cual el mismo hombre destruye su propio hábitat y en estos tiempos aparecen enfermedades que antes ni conocíamos. Señaló que las autoridades pertinentes deben tomar conciencia sobre lo que significa el calentamiento global de nuestro planeta para desarrollar campañas educativas, detener la deforestación y buscar la forma de purificar el ambiente porque de lo contrario de aquí a unos años viviremos en un infierno.
Apuntó que los paraguayos ya no tenemos balnearios naturales para refrescarnos en los días de verano, debido que en ríos, arroyos y lagos se arrojan basuras, los faenadores de animales vacunos echan sangre en sus cauces y los cursos hídricos están totalmente contaminados. “Ya es tiempo de reflexionar sobre estos problemas y buscar la manera de recuperar nuestros recursos naturales, pero todo depende del interés de las autoridades municipales, departamentales y nacionales para llegar al objetivo, teniendo en cuenta que la mayoría de los paraguayos no tienen una educación que les permita observar esta triste realidad”, concluyó.
ABC
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