El pueblo de Vallemí defenderá hasta el último tornillo del motor que mueve el molino de producción de cemento de la Industria Nacional del Cemento (INC), instalado en la planta ubicada en esta ciudad. Las autoridades de la institución pretenden trasladar la máquina para reemplazar al equipo que tiene problemas y que mueve el molino de Villeta. Un habitante de la ciudad dijo hoy que harán todo lo necesario para evitar que se cumpla la disposición de las autoridades del gobierno.
El Ing. Antonio Garcete se comunicó hoy con Ñandutí AM. Dijo que esta mañana, unos 2.000 habitantes de Vallemí evitaron el descenso de un avión que trasladaba a policías que supuestamente iban a custodiar a los técnicos de la INC que iban a continuar el trabajo de desarme del motor.
En Vallemí, Concepción, funciona una planta de la INC capaz de producir 20.000 bolsas de cemento por día. El molino es más pequeño que el instalado en Villeta, que produce hasta 50.000 bolsas de cemento, pero que ahora está parado por problemas en su motor.
“El pueblo dijo no. No se va a llevar la máquina. Estamos en esa postura. En defensa de nuestro pan, del único sustento del norte”, sostuvo Garcete en comunicación telefónica.
El entrevistado dijo que unas 2.000 personas se manifestaron esta mañana, a eso de las 7, en la pista de aterrizaje de Vallemí para evitar el descenso de los uniformados, que salieron en un avión a las 6 desde el aeropuerto de Luque. Afirmó que la aeronave hizo tres vuelos rasantes para intentar descender, pero luego tuvo que regresar.
“Querían tomarnos desprevenidos, pero el pueblo estaba atento, arriesgando la vida”, agregó.Por otro lado, dijo que el motor de Vallemí pesa 20 toneladas. Según Garcete, en Paraguay no existe ni una experiencia de traslado de un artefacto tan grande. “Es una decisión descabellada del presidente de la empresa (Luis Carlos Gamarra). Quiere transportar este equipo a pocos días de terminar su mandato. Con esto se iba a dejar sin cemento al país”, afirmó.
Según Garcete, el pueblo de Vallemí no permitirá que se toque ni un tornillo del motor de la planta. Sostuvo que los pobladores resolvieron dejar el problema en manos de las nuevas autoridades, que asumen este viernes.
Explicó que el motor instalado en la planta de INC en la ciudad trabaja desde hace 30 años sin problemas. Recordó que el motor de Villeta se quemó dos o tres veces. “Acá cuidamos el motor. Acá vamos a garantizar la producción de cemento”, indicó finalmente.