La casa allanada, en cuyo patio trasero Magna Meza trabajaba en una máquina de coser, está a unos 200 metros del puesto de salud y la escuela, y a unos 700 del lugar del último enfrentamiento.
Al menos en los últimos tiempos, los miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) nunca estuvieron escondidos en el monte, sino apenas en el patio trasero de una vivienda con vegetación un tanto tupida.Los principales líderes del grupo armado no tuvieron problemas en instalarse en el corazón de Kurusu de Hierro, en la misma gran manzana de la escuela San Roque, que está enfrente del Puesto de Salud, desde donde actuaban con toda tranquilidad, al punto que hasta máquinas de coser tenían en el predio trasero de la casa.
Sin embargo, pese a que en la zona existen estas dos instituciones, sumadas a un oratorio, ello no quiere decir que el movimiento sea fluido.
Es decir, al lado del Puesto de Salud y la escuela, ambos están en un mismo patio, existe una sola casa y al frente otra, pero nada más. El resto de la zona es despoblado y semiboscoso.
El corazón de este distrito solo tiene caminos de tierra y las únicas instituciones públicas son la escuela y el Puesto de Salud.
ÚH y el Centro Informativo Multimedios (CIM), escoltados por miembros de la jefatura policial y de la comisaría local, realizaron un recorrido por los principales sitios donde operaba el EPP.
La casa de José Cabrera y Domiciana Román, donde se encontró la máquina de coser que fue utilizada por una de las líderes del EPP, Magna Meza, para la confección de uniformes para el grupo armado, está ubicada en el mismo predio en donde se produjo el enfrentamiento con los dos policías de la FOPE que resultaron muertos.
La casa está ubicada a 200 metros de la escuela y el puesto sanitario, sobre un camino de tierra, en donde actualmente un tractor se encuentra trabajando.
Contando desde la parte trasera de vivienda, el lugar del enfrentamiento queda a unos 700 metros en línea recta de la vivienda de José Cabrera, cuya propiedad tiene diez hectáreas.
En el sitio se pueden notar aún rastros de la balacera, como casquillos utilizados por armas largas 357. En este lugar los dos policías de la FOPE cayeron abatidos. A la vez fueron despojados de sus armas, rifles Galil adquiridos de Colombia meses antes de la liberación de Fidel Zavala.
Esta zona no podría denominarse boscosa, sino semiboscosa. El enfrentamiento se produjo en una superficie no mayor de 30 metros cuadrados, según los policías.
En la casa, donde también se encontraron retazos de la misma tela que utilizaban los miembros del EPP para sus atuendos, los policías presumen que los hijos de José y Domiciana aún siguen viviendo, teniendo en cuenta que sus motocicletas estaban en el galpón de la vivienda, según ayer pudimos notar.
FILMACIÓN.
El lugar en donde se realizó la filmación del momento en que Magna Meza cosía en una máquina, y donde también se la ve a Liliana Villalba, está al fondo de la casa allanada, hacia la izquierda, a unos 70 metros.
Según se pudo comprobar, la iluminación que era utilizada por Magna Meza para coser llegaba hasta el sitio gracias a un prolongador, que traía corriente de la casa de la familia Cabrera-Román.
Los fiscales realizaron una comparación del video con el sitio, y las características coinciden plenamente.
Las pocas casas que están en la zona son de los parientes de varios de los detenidos tras el asesinato de los dos uniformados.
La Policía sospecha de casi todos los pobladores que están en esta zona específica de Kurusu de Hierro, ya que calculan que es imposible que los miembros del EPP estuvieran tan cerca y nadie supiera de ellos.
Sin embargo, según el nuevo comisario del distrito, Avilio Lezcano, no se busca atormentar a los pobladores con los recorridos de las patrulleras, sino más bien dar seguridad, pero a la vez esperan también que los lugareños aporten datos sobre el EPP.
"NO SÉ SI ESTÁ INVOLUCRADA"
La madre de Domiciana Román, Felicia viuda de Román, manifestó que no tiene certeza de la participación de su hija como apoyo logístico del EPP, ya que casi no hablan.
En medio de lágrimas, manifestó que casi no sale de su casa, ya que todo el día acompaña a sus hijos Carmelo y Julio César, quienes trabajan en la chacra, a donde, por cierto, ya dejaron de ir, por miedo a que miembros del grupo armado estén por la zona. Indicó que ella y sus hijos (ambos solteros) no visitan casi nunca a sus parientes y por ello no puede saber en qué andan los mismos.
"Yo no sé si mi hija está o no involucrada, porque con mis hijos nunca salimos de la casa", añadió, alegando que espera que no juzguen en vano a Domiciana, ya que toda la familia sufre por lo sucedido.
Carmelo y Julio César indicaron que temen que la Policía o la Fiscalía allanen su casa para llevarse su heladera, que tanto les costó adquirir. La preocupación viene porque el ministro Rafael Filizzola había dicho que era sospechoso que algunas familias de Kurusu de Hierro tuvieran electrodomésticos nuevos.