La región cuenta con bellezas naturales todavía escondidas, pero que esperan ser no solamente descubiertas sino, sobre todo, se las proteja de la segura presencia masiva de turistas nacionales y extranjeros.
No se entiende que esa región, potencialmente rica, haya estado por demasiado tiempo en el desinterés y la desidia de las autoridades nacionales.Estas solamente veían la materia prima para alimentar los hornos de la Industria Nacional del Cemento con grave daño para la economía de la propia población de Vallemí, muy escasamente beneficiada con la extracción de su riqueza.
Las autoridades municipales de San Lázaro son conscientes de las perspectivas turísticas que de pronto se les abren. Necesitarán, desde luego, el asesoramiento de la Secretaría de Turismo y una financiación oportuna para llevar adelante los proyectos de ofrecer al país, y al mundo, las bondades de una naturaleza que riega de belleza de ese rincón del país.
La suerte de San Lázaro
Hoy nadie duda en San Lázaro de que su suerte se encamina hacia mejores días. La construcción de la ruta está en plena marcha en sus tres tramos de 170 kilómetros.
En 30 meses, o tal vez un poco más, quedará plenamente al descubierto el asombro escondido de un paisaje único.
Con esta apertura vial, San Lázaro ya no tendrá como única alternativa económica su inmensa mina para la fabricación de cemento. Tendrá como su riqueza principal la otra y cada vez más requerida industria: el turismo ecológico.
En 30 meses, o tal vez un poco más, quedará plenamente al descubierto el asombro escondido de un paisaje único.
Con esta apertura vial, San Lázaro ya no tendrá como única alternativa económica su inmensa mina para la fabricación de cemento. Tendrá como su riqueza principal la otra y cada vez más requerida industria: el turismo ecológico.