Hoy, a 21 días del
fin del estado de excepción, las tropas militares-policiales aún no han
capturado siquiera a un sospechoso de colaborar con los secuestradores, lo que
conduce la misión hacia un nuevo fracaso del Gobierno.
Los grupos tácticos compuestos por
comandos de las Fuerzas Armadas y fusileros de la Policía Nacional
incursionaron a primeras horas de ayer en el barrio Cerrito de esta
colonia.
Las propiedades
allanadas una vez más pertenecen a Roberto Echagüe Cañete (45) y su hermano
Armando Echagüe Cañete (43), sindicados desde hace tiempo como miembros del
EPP, aunque la casa de este último se encuentra deshabitada.Los hermanos llamativamente desaparecieron de la zona desde setiembre de 2010, cuando la Policía desmanteló un campamento del grupo y eliminó a Nimio Cardozo Cáceres.
Roberto y Armando Echagüe, además del hermano de estos, Julio Echagüe, están sindicados como responsables del ala logística del Ejército del Pueblo Paraguayo, aunque también recae sobre ellos la sospecha de integrar incluso el brazo armado. Los tres hermanos también fueron mencionados en más de una ocasión como los responsables de cuidar a Fidel Zavala durante su cautiverio.
Sin embargo, los procedimientos en el barrio Cerrito de Hugua Ñandu resultaron infructuosos, ya que la comitiva militar-policial no halló rastros de los criminales. La operación fue acompañada por la fiscala Dora Irrazábal.
Camino al fracaso
Con estos nuevos infructuosos cateos, la Fuerza de Tareas Conjuntas “Ko’ê Pyahu”, que ejecuta el estado de excepción, camina hacia un nuevo fracaso en la lucha contra la banda armada.
La medida excepcional, que expira en 21 días, fue declarada precisamente con el único objetivo de aniquilar a los secuestradores.
Aunque se ordenó el despliegue de casi toda la fuerza operativa de las Fuerzas Armadas para reforzar la labor de la Policía en la zona norte, en contrapartida se incrementaron los atentados atribuidos al Ejército del Pueblo Paraguayo.