- CONCEPCIÓN.- Tras aflojarse los controles de parte de la Comuna de Concepción, de nuevo se observa la constante de animales que deambulan por las calles de la ciudad poniendo en peligro la integridad de peatones, motociclistas y automovilistas.
Según se pudo observar, los propietarios de estos animales los sueltan, especialmente, los días feriados, a sabiendas de que los controles no existen.
El último domingo, cinco caballos iban de un lado a otro por la avenida Agustín Fernando de Pinedo. Tomaron el paseo central y a su paso echaban basureros y comían las plantas. Salieron a las calles, donde los automovilistas y motociclistas tuvieron que esquivarlos peligrosamente.
Entre semana, sin embargo, son las vacas las que toman las calles, especialmente en la zona del Palacio de Justicia, Centro Regional de Educación y la Ruta que conduce al Chaco.
Esta imagen poco atractiva había desaparecido por unos meses, cuando la Comuna ejerció un fuerte control, incluso llegó a sacrificar algunos ejemplares de burro, hecho muy cuestionado de parte de los defensores de animales.
Los automovilistas comentaron que es una vergüenza la inconsciencia de la gente que suelta sus animales en la vía pública, y que después cuando se los arrean o se los sacrifican, pegan el grito al cielo.
Según Miguel Acevedo, jefe de Higiene y Salubridad de la Municipalidad de la capital del primer departamento, el problema es complejo, comenzando por la falta de recursos. “No tenemos un vehículo transportador de animales a lo que se suma el amiguismo que imploran los propietarios a la hora de ser multados”, dijo.
Mencionó que está pendiente una reunión con la fiscal del Ambiente, Carolina Quevedo, a los efectos de plantear un trabajo conjunto con la Policía, tomando en cuenta el alcance de la Ley 4840/13 de protección de animales, que exige a los propietarios de animales criados para aprovechamiento humano cuidarlos en una condición especial.
En enero la Municipalidad firmó un convenio con la Facultad de Ciencias Veterinarias, (UNA), sede Concepción, para habilitar un corral para albergue transitorio de los animales arreados.
Fuente: UH
El último domingo, cinco caballos iban de un lado a otro por la avenida Agustín Fernando de Pinedo. Tomaron el paseo central y a su paso echaban basureros y comían las plantas. Salieron a las calles, donde los automovilistas y motociclistas tuvieron que esquivarlos peligrosamente.
Entre semana, sin embargo, son las vacas las que toman las calles, especialmente en la zona del Palacio de Justicia, Centro Regional de Educación y la Ruta que conduce al Chaco.
Esta imagen poco atractiva había desaparecido por unos meses, cuando la Comuna ejerció un fuerte control, incluso llegó a sacrificar algunos ejemplares de burro, hecho muy cuestionado de parte de los defensores de animales.
Los automovilistas comentaron que es una vergüenza la inconsciencia de la gente que suelta sus animales en la vía pública, y que después cuando se los arrean o se los sacrifican, pegan el grito al cielo.
Según Miguel Acevedo, jefe de Higiene y Salubridad de la Municipalidad de la capital del primer departamento, el problema es complejo, comenzando por la falta de recursos. “No tenemos un vehículo transportador de animales a lo que se suma el amiguismo que imploran los propietarios a la hora de ser multados”, dijo.
Mencionó que está pendiente una reunión con la fiscal del Ambiente, Carolina Quevedo, a los efectos de plantear un trabajo conjunto con la Policía, tomando en cuenta el alcance de la Ley 4840/13 de protección de animales, que exige a los propietarios de animales criados para aprovechamiento humano cuidarlos en una condición especial.
En enero la Municipalidad firmó un convenio con la Facultad de Ciencias Veterinarias, (UNA), sede Concepción, para habilitar un corral para albergue transitorio de los animales arreados.
Fuente: UH