El problema radica en que por la citada avenida con ripio cruza una alcantarilla que sirve de desagüe pluvial, que por su tiempo de uso ya comienza a romperse formando dos grandes agujeros en plena calle.
Esto hace que los usuarios, que son miles a diario, deben realizar maniobras para no caer en los pozos.
Los vecinos colocaron precarias señalizaciones para evitar accidentes fatales, ya que muchos motociclistas y automovilistas tuvieron percances menores. “Un joven se cayó, se fracturó y gastó 6 millones de guaraníes en colocación de platinos”, comentó una vecina.
Otro vecino indicó que incluso la patrullera policial llegó a caer en el buraco en el momento en que perseguían a dos asaltantes. “Estas señalizaciones nosotros colocamos para evitar la muerte”, dijo.
Los transportistas calificaron de vergonzoso el estado de la calle, ya que recorren km sobre asfaltado y en la entrada a la ciudad se topetan con los enormes pozos.
El Ing. Arsenio Domínguez, jefe de Obras de la Municipalidad local, fue a verificar el estado y señaló que la solución es el cambio de los tubos que ya llegaron a su vida útil, mientras se espera que el Ministerio de Obras Públicas concluya el proceso de licitación del asfaltado de la mencionada avenida que une a la ruta Concepción-Vallemí. “Esto hay que cambiar para evitar accidentes, mientras esperamos el inicio de la obra prometida por el MOPC”, señaló.
El ministerio prometió el asfaltado de la avenida Gualberto Cardus y la variante de la ruta Concepción-Vallemí. En diciembre debiera adjudicarse la obra, pero hasta la fecha no existe ninguna novedad respecto a la licitación que fue llamada en noviembre del año pasado, tras sendas manifestaciones de pobladores de la zona.
Unas 6 cuadras de la referida avenida está en pésimo estado causando odisea a los transportistas y visitantes en general.
UH