Las poblaciones afectadas son Itacuá, Itapucumí, Puerto Fonciere, Calería Guyratí y Peña Hermosa, que tienen unos 3.000 habitantes, la mayoría sin mayores fuentes de trabajo más que minería y pesca.
Los trabajadores de Calería Guyratí se hallan en conflicto con la empresa del mismo nombre, que había cerrado la fábrica dejando a unas 150 personas sin trabajo. “Acá la necesidad es grande, sobrevivimos porque Dios es grande, muchos niños ya sufren la falta de alimentos”, señaló Nelson Benítez, poblador.
El intendente, Carlos Pérez, dijo que lamentablemente nadie ve el sufrimiento de estas familias donde, en algunas casos, ya escasean los alimentos. “Esta gente está sin trabajo y necesita la asistencia del Gobierno”, destacó.
Caminos. Edith Mabel Calonga, madre de familia de Itacuá, señaló que el primer problema es el mal estado del camino y la falta de trabajo. “Necesitamos que Emergencia Nacional nos envíe kits de víveres; hay niños que pasan hambre, por lo menos queremos alivianar la necesidad, porque de lo contrario pasaremos una triste Navidad”.
Sulmira Maciel, pobladora de Itacuá, destacó que el programa Tekoporã de la Secretaría de Acción Social ya no ha renovado el contrato a muchas familias porque se cumplieron las 72 cuotas. “Nosotros nos quedamos en peores condiciones, porque ya no recibimos esa ayuda y ahora no hay trabajo”, destacó la mujer.
En la zona existen unos 3.000 habitantes que se dedican a la minería y a la pesca. Sin embargo, con las lluvias caídas, sus caminos se deterioraron y disminuyeron los trabajos.
El fin de semana, la Municipalidad de San Alfredo pudo reparar el camino Retiro Alegre-Itacuá, con el cual tienen salida momentánea por tierra. Pero eso solo dura hasta una nueva lluvia, según explicaron los pobladores.