La funcionaria llegó ayer a la oficina del diputado colorado al rededor de las 7:00. No quiso dialogar con los periodistas de los medios de comunicación. A regañadientes respondió que estaba en regla, que sí cumplía funciones, que sus compañeros sí la conocen porque “farreaban” juntos y que la denuncia en su contra fue un “chismerío barato”.
En contrapartida, el diputado Urbieta, un día después de negar que concedió un permiso especial a la funcionaria para que realice gestiones fuera de la institución, ayer cambió su versión y dijo a la 780 AM que lo que más hace (pide a la funcionaria) es ocuparle en las instituciones, para que le retire documentos de algún ministerio.
Las consultas realizadas por los periodistas a Pagliaro Cubas, sobrina de la exdiputada y exparlasuriana Concepción Cubas de Villaalta, eran respondidas por la funcionaria Silvia Canale, jefa de despacho, quien en todo momento justificó a la asistente del diputado colorado.
Canale es quien precisamente deberá remitir un informe de las “funciones” que desempeña Pagliaro como asistente del diputado al momento en que la Dirección de Asesoría Jurídica requiera las tareas que desempeñó.
El director de Recursos Humanos, Julio Arévalos, aseguró que el caso ya está a cargo de Asesoría Jurídica y que revisarán las imágenes de las cámaras de seguridad para corroborar si realmente cumplía con las funciones para las cuales fue asignada. Destacó que frente al reloj de control biométrico donde debe registrar su entrada y salida hay cámaras y, por lo tanto, es fácilmente comprobable si realmente solo iba para marcar.
La mujer, estudiante del sexto año de Derecho, se expone a imputación por el delito de cobro indebido de honorarios, el mismo por el cual fueron imputados los caseros del exdiputado José María Ibáñez (ANR, Añetete) y el exparlamentario, quien renunció a su banca.
ABC