Fiscal pretendió beneficiar a los dos procesados por robo de 600 vacunos

CONCEPCION
El fiscal Jacinto Martínez, quien investiga el asesinato de la alemana Martina Trondle y de su peón, además del robo de unos 600 vacunos en Alto Paraguay, nuevamente intentó beneficiar a dos principales sospechosos del abigeato, al solicitar prisión domiciliaria para ellos. Pero un juez de Concepción envió a la cárcel a los procesados.

El agente del Ministerio Público de Villa Hayes, Jacinto Martínez, sugestivamente convirtió en testigos a casi todos los sospechosos del doble homicidio y el robo de unas 600 cabezas de vacunos de la estancia “Aguila Negra”. La llamativa benevolencia del fiscal fue frenada por el juez de Concepción, Teovaldo Otazo, con una resolución contraria a la que pretendía el encargado de la investigación del caso.
El magistrado decretó la prisión preventiva en la cárcel regional de Concepción del funcionario de Senacsa, Crispín González Villalba, ex jefe de esa institución en la localidad de Centinela, Alto Paraguay, y de Ernesto Erasmo Fernández Landaira. Este último supuestamente ofició de nexo entre el primero y el frigorífico Carpe Diem S.A. de Limpio, en la comercialización de 215 vacunos, según los datos.
La resolución judicial obedece a que existen serios elementos, además de declaraciones de testigos, que apuntan a que González Villalba preparó todos los documentos de Senacsa para la sustracción ilegal de 600 animales de la estancia “Aguila Negra” de Alto Paraguay, propiedad de la alemana Martina Trondle (51), quien el 5 de julio pasado fue hallada muerta y enterrada en su establecimiento junto con su peón Antonio Borja (23).
Según los datos, el fiscal Martínez, quien investiga el caso, solicitó al magistrado la prisión domiciliaria de Fernández y de González, pese a los elementos que los vinculan con el abigeato.Martínez utiliza como testigos a los principales sospechosos del doble homicidio y del abigeato. Solo están detenidos por el primer delito el peón Cristhiam Leiva y el suboficial Saturnino Ramón Chamorro.