El testigo fue un leñador de la zona, quien se sorprendió al ver a más de 200 metros de donde se encontraba a un grupo de personas que se desplazaban a marcha forzada. Fue a las 08:00 de ayer, según dijo.
Los desconocidos vestían uniforme de camuflaje, portaban armas cortas y armas largas y llevaban grandes mochilas, según dijo. El grupo estaba integrado por cerca de 12 personas, entre ellas dos mujeres, según llegó a ver supuestamente el testigo en medio del monte, a unos tres mil metros de un camino vecinal.
Según el leñador, cuando los sujetos se percataron de que fueron vistos solo aceleraron el paso. El testigo corrió asustado hasta su casa y relató a los vecinos lo ocurrido, tras lo cual se informó del hecho a la comisaría local, cuyos agentes dieron participación a otras unidades investigativas.
Pocas horas después, un contingente de 12 efectivos de las fuerzas especiales de la Policía que se encontraban en Arroyito se trasladó a la zona y, con el apoyo de ocho refuerzos locales, incursionaron en el monte por varios kilómetros, en busca de huellas y posibles campamentos.
De acuerdo con la dirección hacia la que huyeron los desconocidos, la intención de ellos sería alcanzar el río Paraguay, que queda a unos 45 kilómetros del sitio, y para ello deben atravesar al menos dos estancias con tupidos montes.
Por las características con las que fueron descriptos los miembros del grupo, los investigadores sospechan que podría tratarse de la misma banda que mantuvo en cautiverio por más de tres meses a Fidel Zavala.
Otra hipótesis que sustenta esa versión es que el posible destino que tenían es la zona de Puerto Pinasco o Bahía Negra, Chaco. Esta última localidad había sido elegida por el EPP para montar una base de operaciones con posibilidad de escapatoria hacia Brasil y Bolivia.
Todos los indicios que hasta ahora fueron recogidos hacen suponer que se trataría de los secuestradores del estanciero, liberado un día antes a unos 70 kilómetros en línea recta de donde fueron vistos ayer los sujetos armados.
Hechos similares
Siete hombres vestidos con ropas de color oscuro, con mochilas y supuestamente armas en mano descendieron de una camioneta que circulaba sobre la ruta de tierra que conduce a Vallemí, en San Alfredo, e ingresaron a la estancia “San Fernando”, de Victoriano Zavala, tío de Fidel. Fue el 27 de octubre último. Como consecuencia, la Dra. Núñez abandonó el centro de salud local, ante el rumor de que los captores buscaban un médico.
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