Estado de excepción en el Norte culminó con un rotundo fracaso

CONCEPCIÓN (ABC). Durante los dos meses de la vigencia del estado de excepción, la fuerza integrada por policías y militares no logró el objetivo, que fue el desbaratamiento del EPP. Los agentes se limitaron a efectuar allanamientos, totalmente infructuosos, en la zona de Hugua Ñandu.

 La misión fue un completo fracaso, pese a los alentadores discursos del ministro del Interior, Carlos Filizzola, y del propio presidente de la República, Fernando Lugo.    
Ningún integrante de la banda criminal autodenominada Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) fue capturado en los sesenta días que duró el estado de excepción, en los departamentos de Concepción y San Pedro.   
Al igual que en la vigencia del estado de excepción del año 2010 (24 de abril al 24 de mayo), la Fuerza de Tarea Conjunta no fue capaz de desbaratar al EPP.    
En los primeros días de la implementación de la medida se notaba la presencia de militares en los accesos a la ciudad de Horqueta y Concepción.      
El gran despliegue de   tropas de élite con vehículos y hasta helicópteros no fue suficiente para capturar a un solo elemento del EPP.
Las tanquetas Urutú, que las Fuerzas Armadas desplazaron a la zona norte, solo sirvieron como distracción para los pobladores.    
Los allanamientos efectuados en los distritos de Horqueta, Concepción y Azote’y resultaron infructuosos. En ninguno de los procedimientos se hallaron evidencias que pudieran ayudar en la búsqueda y localización de los miembros de la banda.  Las casas que fueron allanadas se encuentran en las localidades de Ybyraty, Hugua Ñandu, Naranjaty’i y Kurusu de Hierro, zonas consideradas de influencia del EPP.
En algunos de los procedimientos, los lugareños   denunciaron abusos de parte de los uniformados.
    
Ataques del EPP   

Durante la vigencia del estado de excepción, el 24 de octubre dos suboficiales de policía que prestaban servicio en la Agrupación Táctica Regional de Hugua Ñandu fueron heridos. 
Las autoridades intentaron descartar que se trató de un ataque del EPP.   Sostuvieron  que pudo ser un disparo accidental entre los propios policías.    
Pero al día siguiente aparecieron dos comunicados del EPP.  Uno de los escritos tenía una fotografía inédita de los delincuentes  abatidos, Gabriel Zárate Cardozo y Nimio Cardozo Cáceres. También se encontró el estopín de una bomba casera.  
El otro ataque atribuido al EPP durante el estado de excepción fue en la estancia “La Blanca”, ubicada a pocos metros del primer ataque.   Este hecho se registró el 8 de noviembre. 
Luego los secuestradores  quemaron un retiro   perteneciente al mismo establecimiento ganadero “La Blanca”. Mientras, los uniformados solo realizaron patrullas por los caminos vecinales de la zona. ¡Un total fracaso!