Los subversivos exigieron el cese del desmonte y que el dueño del establecimiento reparta víveres en al menos dos comunidades de la zona. Antes de huir, mataron varios animales y quemaron el retiro.
El ataque se inició aproximadamente a las 18:30 en un retiro de la estancia “Ypotí”, a 1.000 metros del casco principal del establecimiento, situado a cinco kilómetros de la colonia Ita Vera y a 10 kilómetros de la comisaría 21ª de esta localidad del distrito de Horqueta.
El establecimiento pertenece al brasileño Mauricio Möller y es administrado por el paraguayo Silvio Ayala, según los datos proveídos anoche por los policías que intervinieron.
Conforme a los informes recabados, cuatro hombres vestidos con uniformes para para’i y armados con fusiles y escopetas llegaron al lugar poco antes de que cayera la noche. En el retiro se encontraban miembros de tres familias, entre ellos varios niños, que fueron obligados a sentarse afuera. Según lo que dijeron los empleados de la estancia a la Policía, en todo momento los secuestradores los trataron bien, aunque hicieron una extensa arenga sobre la ideología del EPP.
Desmonte
Siempre según los primeros datos surgidos anoche, tras conocerse el episodio, los milicianos entregaron una nota a uno de los peones, en la que exigen a los responsables del establecimiento que cesen el desmonte y la limpieza de pasturas, porque dijeron que están matando la naturaleza y van a ser severamente castigados.
La misma advertencia habían hecho los criminales en un ataque a la estancia “Amanda” de Paso Barreto, el 13 de julio de 2011.
Víveres
Los uniformados que participaron de la intervención señalaron además que los miembros del EPP exigieron al dueño de la estancia que entregue víveres por valor de US$ 10.000 a pobladores de la colonia Nueva Fortuna, ubicada en la misma zona, pero ya dentro del distrito de Azote’y.
En la colonia Nueva Fortuna se halla situada precisamente la casa de Bernardo Bernal Maíz (18), alias “Coco”, uno de los fusileros del grupo armado y quien habría participado del ataque de anoche.
Otra petición de los criminales fue entregar más víveres y 10 vacas en la colonia indígena de la compañía Paso Itá, ubicada antes de llegar a la zona de Kurusu de Hierro y Tacuatí.
Los delincuentes emplazaron por ocho días a los peones para que sus patrones cumplan con las exigencias, manifestaron las fuentes.
La quema
Luego de varios minutos de mantener de rehén a las personas, los cuatro miembros del EPP agarraron algunos víveres que había y comenzaron a incendiar los pocos electrodomésticos de los peones y de sus familias y, finalmente, quemaron todo el retiro.
Los marginales también les prendieron fuego a las dos motocicletas de los trabajadores, para asegurarse de que no escaparan.
Matanza de vacas
Luego de arengar por varios minutos a los trabajadores, entregarles una nota, exigirles el reparto de víveres e incendiar el retiro, los cuatro subversivos comenzaron a matar las vacas que estaban en la zona y ganaron nuevamente el monte, dejando minada con granadas “cazabobo” su ruta de escape.
La reacción
Luego de conocerse la noticia sobre el nuevo atentado del EPP, todos los organismos de seguridad fueron alertados en Asunción y en la zona del atentado.
Agentes dependientes de la Jefatura de Policía de Concepción, de las fuerzas especiales y del departamento Antisecuestro se trasladaron al lugar, aunque recién para esta mañana se anuncian las primeras incursiones, por el peligro de ser víctimas de una trampa en el monte.
El ataque al retiro de la estancia “Ypotí” de Kurusu de Hierro fue el octavo golpe del grupo armado en la misma zona, desde el atentado en la estancia “Santa Herminia”, el 16 de marzo de 2008. La última aparición del EPP había sido el 8 de noviembre de 2011, con el ataque a balazos en la estancia “La Blanca” de Hugua Ñandu y el hallazgo de una granada antipersonal tipo “Claymor”.
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