El oficial de justicia Pedro Rafael Fernández Díaz llegó hasta establecimiento ganadero San Isidro, en la localidad de Azote’y, en cumplimiento de una orden judicial de secuestro, expedida por el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil, Comercial y Laboral del 2do. Turno de la Circunscripción Judicial de Concepción, en los autos: “JUÁREZ DA SILVEIRA C/ GUIDO WEYDER S/REIVINDICACIÓN DE COSA MUEBLE (AUTOMOTOR)”.
Indicó que estaba procediendo a iniciar los trámites de secuestro apoyado por un vehículo transportador y una pala cargadora, ya que el automotor que debía ser secuestrado se encuentra sin motor. “En ese momento se apersonó en el lugar el señor Guido Wider, quien ingresó al establecimiento a gran velocidad a bordo de una camioneta con matrícula BDV 302, descendiendo de la misma con un arma de fuego en la cintura, revólver, acompañado de un efectivo policial, quien dijo ser su guardaespaldas”, explicó Fernández Díaz.
Agregó que el intendente estaba muy ofuscado y totalmente fuera de sí, en forma prepotente y gritando preguntó por orden de quien se había ingresado al lugar, amenazando a todos los presentes. “Yo en ese momento le exhibí el mandamiento de secuestro y procedí a intimarle a entregar el automotor, recibiendo como respuesta varios improperios y su tenaz negativa a dar cumplimiento a la orden judicial”, señaló el funcionario.
Finalmente, en su denuncia Fernández Díaz manifestó que Wider dijo en voz alta que no se llevaría nada de ese lugar, ordenando a los operarios a dejar de realizar las tareas tendientes a alzar el automotor para el retiro del lugar, interponiéndose en medio de los mismos con su arma de fuego”. Ante esta situación no se logró cumplir la orden del juez.
Indicó que estaba procediendo a iniciar los trámites de secuestro apoyado por un vehículo transportador y una pala cargadora, ya que el automotor que debía ser secuestrado se encuentra sin motor. “En ese momento se apersonó en el lugar el señor Guido Wider, quien ingresó al establecimiento a gran velocidad a bordo de una camioneta con matrícula BDV 302, descendiendo de la misma con un arma de fuego en la cintura, revólver, acompañado de un efectivo policial, quien dijo ser su guardaespaldas”, explicó Fernández Díaz.
Agregó que el intendente estaba muy ofuscado y totalmente fuera de sí, en forma prepotente y gritando preguntó por orden de quien se había ingresado al lugar, amenazando a todos los presentes. “Yo en ese momento le exhibí el mandamiento de secuestro y procedí a intimarle a entregar el automotor, recibiendo como respuesta varios improperios y su tenaz negativa a dar cumplimiento a la orden judicial”, señaló el funcionario.
Finalmente, en su denuncia Fernández Díaz manifestó que Wider dijo en voz alta que no se llevaría nada de ese lugar, ordenando a los operarios a dejar de realizar las tareas tendientes a alzar el automotor para el retiro del lugar, interponiéndose en medio de los mismos con su arma de fuego”. Ante esta situación no se logró cumplir la orden del juez.
Fuente: ABC Color
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