Aunque no es nuevo el odio de los extremistas contra la prensa, por repudiar sus cobardes crímenes, preocupa la vulnerabilidad de los comunicadores, que ahora tienen mucho menos garantías para desarrollar su actividad, así como el resto de la población indefensa. Las víctimas que acumula el EPP en el norte son por culpa de un Estado ausente e inútil, que con su inacción prácticamente deja el camino despejado a los delincuentes para seguir matando a gente inocente.
El atentado en la radio Guyra Campana se produjo el jueves alrededor de las 20:30. Dos militantes del EPP, a cara descubierta, ingresaron al predio donde se halla la planta transmisora y los estudios de la emisora AM. Los criminales le ordenaron a una locutora y a un operador que abandonaran el lugar, antes de entregarles amenazas contra el dueño de la estación, César Rojas, y su hijo Freddy Rojas. Este último se desempeña desde hace varios años como corresponsal de ABC Color en la zona.Los extremistas rompieron una ventana y desde ahí arrojaron un artefacto explosivo en el estudio. La bomba, compuesta por pólvora en gel y restos metálicos que actúan como esquirlas, provocó serios daños en la estructura, además de destruir todos los valiosos archivos y los equipos de la radio, que es el principal medio de comunicación de la progresista ciudad de Horqueta.
Además, los maleantes dejaron en la base de la antena otra bomba, cargada en un tarro de pintura y que se puede detonar a través de mechas explosivas, que afortunadamente no estallaron.
Un comunicado
Antes de marcharse, los autores del hecho dejaron un comunicado con “membrete” del EPP. Entre otras cosas, la misiva dirigida a periodistas de Concepción y Horqueta, dice que “los periodistas son los principales protagonistas de esta campaña sucia”, en alusión a una supuesta “rabiosa campaña sucia llevada adelante contra la insurgencia popular y revolucionaria del Ejército del Pueblo Paraguayo”, por “el Gobierno y sus amos oligarcas”.“La prensa paraguaya se ha dedicado en forma sistemática a publicar las recompensas que el Gobierno ofrece por los miembros de nuestra organización, alientan y exigen a las fuerzas represivas a eliminar a todos los epepistas, piden a la opinión pública que nos entreguen al Gobierno”, añade el panfleto dejado.
“Nos atacan sin motivo alguno, nunca los hemos agraviado, reaccionan contra nosotros solo por el amor que sienten por sus patrones oligarcas, a raíz de esto fue nuestro primer ataque a Canal 9”, revelan los secuestradores.
“Esta es la respuesta a sus ataques y si ustedes no paran con su campaña sucia, pueden considerar esto como el inicio de nuestros ataques”, advierten en la parte final del comunicado.
En el departamento de Concepción, los principales medios de comunicación de la capital también tienen sus corresponsales, quienes desarrollan su labor en un verdadero ambiente de conflicto.
Sería lamentable que la omisión del Gobierno, que no demuestra voluntad para exterminar a los secuestradores, siga causando muertes de personas inocentes.
El atentado en la radio Guyra Campana se produjo el jueves alrededor de las 20:30. Dos militantes del EPP, a cara descubierta, ingresaron al predio donde se halla la planta transmisora y los estudios de la emisora AM. Los criminales le ordenaron a una locutora y a un operador que abandonaran el lugar, antes de entregarles amenazas contra el dueño de la estación, César Rojas, y su hijo Freddy Rojas. Este último se desempeña desde hace varios años como corresponsal de ABC Color en la zona.Los extremistas rompieron una ventana y desde ahí arrojaron un artefacto explosivo en el estudio. La bomba, compuesta por pólvora en gel y restos metálicos que actúan como esquirlas, provocó serios daños en la estructura, además de destruir todos los valiosos archivos y los equipos de la radio, que es el principal medio de comunicación de la progresista ciudad de Horqueta.
Además, los maleantes dejaron en la base de la antena otra bomba, cargada en un tarro de pintura y que se puede detonar a través de mechas explosivas, que afortunadamente no estallaron.
Un comunicado
Antes de marcharse, los autores del hecho dejaron un comunicado con “membrete” del EPP. Entre otras cosas, la misiva dirigida a periodistas de Concepción y Horqueta, dice que “los periodistas son los principales protagonistas de esta campaña sucia”, en alusión a una supuesta “rabiosa campaña sucia llevada adelante contra la insurgencia popular y revolucionaria del Ejército del Pueblo Paraguayo”, por “el Gobierno y sus amos oligarcas”.“La prensa paraguaya se ha dedicado en forma sistemática a publicar las recompensas que el Gobierno ofrece por los miembros de nuestra organización, alientan y exigen a las fuerzas represivas a eliminar a todos los epepistas, piden a la opinión pública que nos entreguen al Gobierno”, añade el panfleto dejado.
“Nos atacan sin motivo alguno, nunca los hemos agraviado, reaccionan contra nosotros solo por el amor que sienten por sus patrones oligarcas, a raíz de esto fue nuestro primer ataque a Canal 9”, revelan los secuestradores.
“Esta es la respuesta a sus ataques y si ustedes no paran con su campaña sucia, pueden considerar esto como el inicio de nuestros ataques”, advierten en la parte final del comunicado.
En el departamento de Concepción, los principales medios de comunicación de la capital también tienen sus corresponsales, quienes desarrollan su labor en un verdadero ambiente de conflicto.
Sería lamentable que la omisión del Gobierno, que no demuestra voluntad para exterminar a los secuestradores, siga causando muertes de personas inocentes.
Fuente: ABC
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