La preocupación de los ciudadanos y en especial del Club de Lectores Concepción Lee, que juntó 1.500 firmas, consiste en que hay una proliferación de estos tragamonedas que se ubican en almacenes, despensas, copetines y kioscos sin una mínima reglamentación, a la vista de todo el mundo.
Añade que crean una adición en los niños y adolescentes, que incluso de ida a las escuelas y colegios se quedan a jugar perdiendo todas las monedas que llevan para su merienda.
Por tal motivo, solicita a la Junta Municipal la erradicación de las máquinas, a fin de evitar que los niños y personas de baja preparación intelectual sigan regalando su dinero.
Aproximadamente 700 máquinas están ubicadas al aire libre en los diferentes barrios de la ciudad, incluyendo el centro y el Mercado Municipal. Otra gran cantidad existe en el sector rural.
De las 700 máquinas, solo 120 pertenecen a una empresa legalizada que explota juegos de azar en la ciudad. Las demás estarían en manos de personas particulares que explotan el juego, muchas de ellas sin tributar a la Comuna.
Según fuentes de la comuna, unos 400 tragamonedas abonan el tributo con permiso dentro de la ciudad. Cada máquina abona G. 150.000, lo cual implica un ingreso mensual de G. 60.000.000. El resto estaría trabajando en forma totalmente ilegal.
Mientras, 200 máquinas están instaladas en el sector rural del distrito, donde el tributo es compartido con las comisiones vecinales. Según la denuncia, la Comuna percibe el canon y no reglamenta, lo cual posibilita que las máquinas pululen en lugares públicos a la vista de todos, incluso cerca de escuelas y colegios.
El Club de Lectores argumenta su protesta en que los juegos de azar deben estar prohibidos a los niños.
Julio Fischer, concejal municipal, indicó que la próxima semana ya se podría contar con un dictamen de las comisiones asesoras, a fin de reglamentar el uso de las máquinas que, a su criterio, sería difícil prohibir.
El senador del Parlasur Luis Guggiari sostuvo que las autoridades municipales deben tomar en cuenta los daños causados a los niños y anteponer eso a la recaudación.
Fuente: UH
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