Para la mundialmente conocida revista inglesa The Economist no se visualiza a corto plazo la desaparición del EPP, que hasta ahora ha conseguido con sus últimas sangrientas incursiones fortalecer su objetivo de mantener una zona liberada en el corazón de los departamentos más pobres del país, en Concepción y San Pedro.
A pesar de tener a su favor una Ley especial que permite el uso de fuerza militar para la captura de los criminales del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), el Gobierno con sus múltiples esfuerzos en dinero y hombres sigue sin resultados alentadores. “Las perspectivas de una pronta desaparición del EPP parece poco probable”, según el citado medio extranjero.
El análisis periodístico resalta además que se ha desarrollado una red de apoyo más sofisticado en la zona norte del país, que no permite capturas.
Señala que pese al esfuerzo que pone el Gobierno hubo mínimos avances hacia la erradicación del EPP. También destaca la preocupación de sectores civiles de violación de DDHH si el ejército se extralimita en sus incursiones.
“Mientras tanto, el Gobierno se enfrentará a las crecientes dudas sobre su capacidad de mantener a las fuerzas guerrilleras bajo control”, puntualiza.
En una publicación fechada el 19 de diciembre bajo el título “Tacking the EPP”, por su traducción, enfrentando al EPP, la famosa revista relata al comienzo de la nota que por primera vez el grupo de guerrilla de corte marxista ha matado a un miembro de las Fuerzas Armadas, dentro de la escalada de actividades violentas del grupo en los meses recientes.
Narra además los recientes ataques del EPP con sus resultados fatales para las fuerzas de seguridad interna y hasta comenta el impasse que hubo entre el jefe de la Senad, Luis Rojas, con la Policía que se molestó por la presencia del asesor del presidente del Banco Amambay, Hugo Portillo, en uno de los fallidos ataques de las fuerzas de tareas conjuntas. Y recuerda la frase de Rojas quien dijo que “hasta el Pato Donald haría mejor trabajo en la captura de los militantes del EPP que la policía”, bajo sospecha de tener narcotraficantes y apoyo del EPP en sus filas.
The Economist resalta además el mayor rol de las fuerzas militares con la ley dictada el 17 de agosto pasado que otorga poderes especiales al presidente Cartes en la lucha contra el EPP.
Señala que la última campaña iniciada en setiembre pasado se ha trasladado al norte 400 tropas y 60 tropas especiales de combate. Pero asegura, a pesar de todos estos esfuerzos las fuerzas de tareas conjuntas ha fallado en obtener alguna captura exitosa de los prófugos del EPP.
A pesar de tener a su favor una Ley especial que permite el uso de fuerza militar para la captura de los criminales del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), el Gobierno con sus múltiples esfuerzos en dinero y hombres sigue sin resultados alentadores. “Las perspectivas de una pronta desaparición del EPP parece poco probable”, según el citado medio extranjero.
El análisis periodístico resalta además que se ha desarrollado una red de apoyo más sofisticado en la zona norte del país, que no permite capturas.
Señala que pese al esfuerzo que pone el Gobierno hubo mínimos avances hacia la erradicación del EPP. También destaca la preocupación de sectores civiles de violación de DDHH si el ejército se extralimita en sus incursiones.
“Mientras tanto, el Gobierno se enfrentará a las crecientes dudas sobre su capacidad de mantener a las fuerzas guerrilleras bajo control”, puntualiza.
En una publicación fechada el 19 de diciembre bajo el título “Tacking the EPP”, por su traducción, enfrentando al EPP, la famosa revista relata al comienzo de la nota que por primera vez el grupo de guerrilla de corte marxista ha matado a un miembro de las Fuerzas Armadas, dentro de la escalada de actividades violentas del grupo en los meses recientes.
Narra además los recientes ataques del EPP con sus resultados fatales para las fuerzas de seguridad interna y hasta comenta el impasse que hubo entre el jefe de la Senad, Luis Rojas, con la Policía que se molestó por la presencia del asesor del presidente del Banco Amambay, Hugo Portillo, en uno de los fallidos ataques de las fuerzas de tareas conjuntas. Y recuerda la frase de Rojas quien dijo que “hasta el Pato Donald haría mejor trabajo en la captura de los militantes del EPP que la policía”, bajo sospecha de tener narcotraficantes y apoyo del EPP en sus filas.
The Economist resalta además el mayor rol de las fuerzas militares con la ley dictada el 17 de agosto pasado que otorga poderes especiales al presidente Cartes en la lucha contra el EPP.
Señala que la última campaña iniciada en setiembre pasado se ha trasladado al norte 400 tropas y 60 tropas especiales de combate. Pero asegura, a pesar de todos estos esfuerzos las fuerzas de tareas conjuntas ha fallado en obtener alguna captura exitosa de los prófugos del EPP.
Fuente: La nacion
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