Desde esta mañana los peces aparecieron en la costa, indicaron los canoeros que trabajan en los botes para hacer cruzar a las personas hacia la isla Chaco'i. Según los pescadores el mismo fenómeno se da aguas arriba del puerto de Concepción.
El fenómeno se da con los peces que estaban en los riachos y con la crecida salieron al río donde no se adaptan aparentemente, dijo Dany Chamorro, uno de los que pudo capturar los peces.
Una gran cantidad de personas se llegaron hasta el antiguo puerto de Concepción donde pudieron capturar los peces con ayuda de redes y tarrafas. Las especies que aparecieron en la zona fueron surubí, dorado, mandi’i, entre otras.
El ambientalista alemán Dirk-Peter Gartner, que hace 27 años vive en Paraguay, dijo que existen tres factores por los cuáles los peces aparecieron hoy en la costa del río Paraguay. Aseguró que se trata de un fenómeno que ocurre casi cada año.
De acuerdo al extranjero, el pantanal (paraguayo o brasileño) está lleno de lagunas que se llenan de camalotes y otras plantas flotantes, muchas veces hasta el 100 % de la superficie.
Al comienzo, estas plantas limpian el agua, pero al saturarla, pasan tres cosas:
1) El exceso de plantas se muere y pudre. Esto produce cantidad de ácidos (especialmente ácido húmico). A causa de este, el PH del agua baja hasta a veces por debajo de 6.
2) La putrefacción consume oxígeno junto con el sello que forman las plantas. Este causa un agua tan pobre en oxígeno, que solo unas pocas especies de peces aguantan.
3) Las plantas causan una sombra tan densa, que el agua debajo puede tener una temperatura de hasta 10 grados menor que el agua descubierto. La diferencia con la temperatura del río Paraguay debe ser ahora alrededor de 3 grados, aseguró el ambientalista.
Agregó que “ahora llegaron grandes lluvias a altas temperaturas. Esta agua no se mezcla con el agua negra, sino que queda como una capa encima. El agua de las lagunas sube hasta que se abren las salidas en el río Paraguay”, explicó el experto.
Explicó que los peces no mueren instantáneamente, sino que se ven forzados a subir a la superficie. “Ahí la mayoría muere de cansancio, porque los bagres son naturalmente haraganes, no hechos para movimientos permanentes”, aseguró.
Consultado sobre las especies afectadas, dijo que “El surubi es un bagre y en el caso de los dorados, su muerte puede ser por exceso de comer peces dañados. Así también pueden ser víctimas del bajo contenido de oxígeno, porque para la digestión necesitan alta cantidad de oxígeno”, argumentó el alemán.
Dirk-Peter Gartner vive en el distrito de Belén, donde posee una granja denominada “El Roble”. En ese lugar funciona un restaurante y hotel. Muchos turistas, especialmente extranjeros, visitan el lugar donde la naturaleza es la principal atracción.
ABC
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