Pobladores de esta capital departamental están cansados del pésimo estado de los caminos, que se vuelven intransitables con cada lluvia. Numerosos baches “adornan” las calles en todo el distrito.
Las que presentan peores condiciones son Tte. Cabrera, las avenidas Boquerón y Carduz Duarte, Juan Otaño, Tte. Rodríguez, entre otros.
Varias arterias se encuentran en pésimas condiciones, pese a que solo el 7 de junio finalizó la “emergencia vial departamental” declarada por la Gobernación de Concepción. Además, a inicios de febrero también la Municipalidad resolvió “emergencia vial distrital” en la capital departamental.
La mayoría de las calles son adoquinadas y asfaltadas, pero están impracticables. Las no pavimentadas se convirtieron en lodazales, mientras hay zonas totalmente inundadas, afectando incluso las viviendas.
Los motociclistas son los que más sufren, pues deben circular en medio del barro y los pozos que se forman a consecuencia de los raudales. Por otro lado, los automovilistas se quejan de que el calamitoso estado de las vías producen averías en los rodados.
El intendente local, Alejandro Urbieta (PLRA), reconoció que el déficit principal de la ciudad es el estado de las calles. Comentó que para poder mejorar esa situación durante su administración fueron adquiridos tractores y una pala cargadora valuada en G. 700 millones.
También mencionó que la Municipalidad firmó un convenio con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) para el asfaltado de 200 cuadras de la capital departamental, que se iniciará en breve.
“Los primeros trabajos para crear las condiciones en el suelo ya comenzaron”, explicó Urbieta.
Las que presentan peores condiciones son Tte. Cabrera, las avenidas Boquerón y Carduz Duarte, Juan Otaño, Tte. Rodríguez, entre otros.
Varias arterias se encuentran en pésimas condiciones, pese a que solo el 7 de junio finalizó la “emergencia vial departamental” declarada por la Gobernación de Concepción. Además, a inicios de febrero también la Municipalidad resolvió “emergencia vial distrital” en la capital departamental.
La mayoría de las calles son adoquinadas y asfaltadas, pero están impracticables. Las no pavimentadas se convirtieron en lodazales, mientras hay zonas totalmente inundadas, afectando incluso las viviendas.
Los motociclistas son los que más sufren, pues deben circular en medio del barro y los pozos que se forman a consecuencia de los raudales. Por otro lado, los automovilistas se quejan de que el calamitoso estado de las vías producen averías en los rodados.
El intendente local, Alejandro Urbieta (PLRA), reconoció que el déficit principal de la ciudad es el estado de las calles. Comentó que para poder mejorar esa situación durante su administración fueron adquiridos tractores y una pala cargadora valuada en G. 700 millones.
También mencionó que la Municipalidad firmó un convenio con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) para el asfaltado de 200 cuadras de la capital departamental, que se iniciará en breve.
“Los primeros trabajos para crear las condiciones en el suelo ya comenzaron”, explicó Urbieta.
Fuente: ABC Color