Antonia Martínez B. |
Explicó que todo es producto de la mano del hombre, que desde tiempos inmemoriales utiliza los recursos naturales sin tener en cuenta las consecuencias.
La máster en ciencias ambientales comentó que la Revolución Industrial que se afianzó en el siglo XIX causó el agujero en la capa de ozono, que es el protector del planeta Tierra.
Señaló que los humos de las fábricas producen los gases metano, óxido de nitrógeno, el clorofluorocarbobo y otros que provocan el efecto invernadero.
Antonia también detalló que a esos inconvenientes se suma la quema del petróleo fósil, que es la utilización de los combustibles en los vehículos. Los automóviles lanzan el dióxido de carbono a la atmósfera y también afectan a la capa de ozono, contaminan el ambiente y elevando la temperatura.
En ese sentido, explicó que en el territorio paraguayo faltan bosques. Los árboles sanean el ambiente al absorber dichos gases y ofrecen oxígeno, que es fundamental para la vida. La ambientalista también sostuvo que es oportuno que las autoridades nacionales realicen una campaña de reforestación de toda la región con especies forestales nativas para que nuestros hijos y nietos cuenten con un ambiente más saludable en las próximas décadas.
Apuntó que los frondosos bosques que desaparecieron cumplían con la misión de ser murallas verdes al detener los grandes temporales y regular el clima.
Lamentó que las autoridades nacionales no aplican la ley de deforestación cero aprobada en los años 90, razón por la cual la tala de bosques continúa. Recalcó que si no se detiene, la situación del clima será peor en los próximos años.
“Se debe trabajar por recuperar los recursos naturales”, concluyó.