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La cartera sanitaria expuso que ante la contaminación del aire producido por los incendios, se recomienda no exponerse al aire del exterior, permanecer en la vivienda, con puertas y ventanas cerradas.
Explican que el humo de los incendios forestales está compuesto por una mezcla de gases y partículas pequeñas y puede ser el causante de enfermedades en cualquier persona, incluso en aquellas sanas, si están expuestas a una cantidad suficiente de humo en el aire.
En ese sentido, el humo en el aire puede afectar en mayor medida a los grupos de riesgo, éstos son adultos mayores, embarazadas, niños y personas con afecciones respiratorias y cardíacas preexistentes.
Respirar el humo puede ocasionar: tos, dificultad para respirar, irritación en los ojos y garganta, rinorrea, bronco obstrucción, dolor de pecho, cefalea, crisis de asma, cansancio y decaimiento.
Medidas de prevención, para personas expuestas al humo de incendios forestales:
1. Informarse sobre la calidad del aire local y de los sitios de incendio forestal en su área.
2. De ser posible, permanecer dentro de la vivienda. Mantener las puertas y las ventanas cerradas, para evitar que ingrese el humo. Utilizar el aire acondicionado, si se dispone del mismo.
3. No aumentar la contaminación del aire interior de la casa: no fumar, no encender velas, chimeneas, fogones, no barrer ni sacudir el polvo de muebles u otros objetos. En caso de hacerlo, utilizar trapos mojados.
4. En caso de declararse estado de alerta, y le sea imprescindible salir de la casa, debe utilizar mascarillas o barbijos de protección. Las apropiadas son las N95, KN95 o P100, sobre todo, para aquellas personas que presentan enfermedades respiratorias o cardiovasculares.
5. En estas condiciones, evitar practicar actividades recreativas al aire libre.
6. En caso de ser portador de enfermedades respiratorias, como asma, EPOC, siga las indicaciones de su médico, en cuanto al tratamiento recomendado. Si los síntomas empeoran, acuda a la USF o servicio de salud más cercano a su domicilio.
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