(UH) En las viviendas, que pertenecen a la familia Echagüe, la Policía Nacional se incautó de varios objetos que son muy similares a los utilizados por los miembros del grupo armado que se mueve en el Norte.
Efectivos especiales y antisecuestros de la Policía Nacional acompañados por el Ministerio Público allanaron a tempranas horas de ayer tres casas, pertenecientes a la familia Echagüe, que están ubicadas en el barrio Cerrito de Jhuguá Ñandú, departamento de Concepción. Específicamente fue en la zona donde la semana pasada fue abatido un integrante del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), Nimio Cardozo Cáceres.Tras la liberación de Fidel Zavala, es la segunda vez que se allana la casa de los hermanos Julio y Armando Echagüe y la primera vez del padre de ambos, Modesto Echagüe. También se allanó la vivienda de Roberto, ayer.
Las evidencias se encontraron en la casa que pertenece a Julio y Armando, como también de la de Roberto, que serán analizadas para determinar la vinculación de las citadas personas con el grupo delictivo. Los objetos son similares a los encontrados en los campamentos anteriores del EPP.
No hubo aprehendidos en los tres procedimientos. Las intervenciones continuarían en los próximos días. El objetivo de la Policía es ir asfixiando al grupo armado cortando con la parte logística con que cuentan en la zona de Jhuguá Ñandú.
INTERVENCIÓN.
La serie de allanamientos comenzó ayer a primeras horas del día bajo una fuerte tormenta y llovizna. Los agentes irrumpieron primero en la casa de Julio y Armando Echagüe, de donde levantaron fotografías antiguas y un par de botas de lluvia, similares a las que utilizan los miembros del EPP.
La casa construida de tabla de dos pisos contaba con muy pocos utensilios de cocina y hogar. En una pieza, ubicada atrás de la vivienda de dos pisos, los intervinientes encontraron rastros de que en un lugar estaban varias personas.
Inclusive, había varios envases vacíos de cerveza. Armando y Julio están prófugos porque están imputados por homicidio, indicaron los intervinientes.
La esposa de Armando, Victorina Benítez, cuestionó en un cerrado guaraní el trabajo policial y acusó a los mismos de que le robaron varias de su pertenencias en el allanamiento anterior.
EVIDENCIAS.
La segunda casa allanada pertenece a Roberto, otro de los hermanos. En el dormitorio de la familia, la Policía encontró fotografías, chips, teléfonos celulares, además de dos pares de botas de lluvia, dos balas sin percutir calibre 38, un quepis camuflado y un aceite para máquina de coser.
Agentes de Antisecuestros comentaron que las evidencias son muy similares a las encontradas en los campamentos anteriores del EPP, por lo que presumen que dicha familia sería parte de la logística del grupo. En el domicilio de Modesto Echagüe no se encontró ningún objeto relacionado al grupo armado.
El procedimiento estuvo acompañado por el fiscal Federico Delfino, quien aclaró que en las viviendas no se encontraron cartas ni fotografías relacionadas directamente con el EPP.
IMPORTANTES BAJAS.
En los últimos meses, los integrantes de la banda de secuestradores sufrieron importantes bajas dentro de sus filas.
La primera fue la muerte de Severiano Martínez, quien fue abatido por la Policía en la zona de Agua Dulce, Alto Paraguay. El hombre era buscado por el secuestro y muerte de Cecilia Cubas.
El segundo integrante en caer abatido fue Gabriel Zárate Cardozo, quien fue alcanzado por las balas de los agentes antisecuestros en la Colonia Araujo Cué, Canindeyú.
Según los investigadores, el grupo que lideraba Zárate en la zona de Sidepar estaba planificando un secuestro.
La última baja se dio cuando policías sorprendieron a Nimio Cardozo Cáceres en un mandiocal de Jhuguá Ñandú, Concepción. Sin embargo, diez integrantes del grupo armado lograron escapar de los agentes.
ANCIANO NO SABE QUÉ HACEN SUS HIJOS
Modesto Echagüe, padre de Julio y Armando indicó que no sabe la profesión ni trabajo que realizan sus hijos.
Aseguró que nunca escuchó hablar ni vio a los integrantes del EPP. Calificó hasta de "cuento" la existencia del grupo armado. El anciano de 78 años que arrienda sus tierras a ganaderos de la zona para sobrevivir, afirmó que sus hijos no tienen vínculo con el EPP y que inclusive, hace bastante tiempo que no ve a Armando, quien está prófugo de la zona. La Policía no encontró ninguna evidencia que pudiera vincular al anciano con el grupo armado.
No obstante, los investigadores presumen que sus hijos son miembros del equipo de apoyo logístico de la banda de secuestradores.
Los trabajos de la Policía se centran en cortar el oxígeno que aportan al grupo sus simpatizantes.
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