Organizaciones instan a las autoridades a proteger las cavernas Tres Cerros, Santa Caverna y varias simas tras las intenciones de la Industria Nacional de Cemento (INC) de usufructuar la cantera de su propiedad. El posible traslado de la fábrica de cal agrícola de la Industria Nacional del Cemento (INC) al área donde se ubican las cavernas Tres Cerros y Santa Caverna, así como las simas Yarará, Cuervos y Hojas, preocupa a los miembros de la Fundación Cavernas del Paraguay y la Federación Paraguaya de Espeleología (Fepae), ya que atentaría contra la preservación de estos nichos rocosos de San Lázaro, en Concepción.
Estas maravillas de la naturaleza conservan en su interior estalactitas (formación de piedra calcárea alargada y puntiaguda producida por infiltración de aguas que cuelgan del techo) y estalagmitas (formación de piedra calcárea que hay en el suelo, producidas por gotas de agua que caen de una estalactita) de extrema singularidad.
El reclamo de defensa y conservación de estos paisajes naturales se sustenta, según Griselda Masó, presidenta de la Federación Paraguaya de Espeleología, en evitar daños irreversibles en el ambiente subterráneo.
Afín al estudio de las cavernas o espeleología, Masó explicó que la intención es garantizar el ambiente particular que acoge a la fauna y flora propias de las cavidades naturales.
Las cavernas como las de Tres Cerros, de propiedad de la INC, son espacios abiertos que, por ser complejos y frágiles, albergan fauna que no puede vivir fuera de ellas.
DELITO ECOLÓGICO.
Para Estela Allende, presidenta de la Fundación Cavernas del Paraguay, el principal inconveniente que se da es que se inclumplen las leyes ambientales.
Coincidiendo con Masó, sostiene que lamentablemente se está arrasando con las cavernas, que son un recurso natural de valor inestimable.
Ambas organizaciones civiles se sustentan en la firma de un convenio internacional ratificado por Paraguay en 1986, que protege el patrimonio mundial, cultural y natural; en este caso en particular, las cavernas.
Asimismo, aseguran que, por la ordenanza Nº 37/04 de la Junta Municipal de San Lázaro, las cavernas son patrimonio natural, por lo cual la explotación de las canteras está prohibida a un radio de 1.500 metros de distancia, a fin de conservarlas en su estado natural. Igualmente, están negada la extracción de estalactitas y estalagmitas de ellas, según establecen leyes nacionales.
Por lo que, tanto la Fepae como la Fundación Cavernas del Paraguay califican de "inescrupulosas" a las personas que quieren sacar un beneficio económico con la venta de los productos de los materiales naturales, obtenidos a partir de la depredación de los ambientes naturales.
"Pido a las autoridades del Gobierno, en especial al ministro de Industria y Comercio, Francisco Rivas, del que depende la INC, que se respeten las leyes ambientales y se garantice la protección de estas maravillas del distrito de San Lázaro", reclama Masó.
Hoy, esta lucha por las cavernas también se emprende en la Cámara de Senadores tras la presentación de un anteproyecto de protección. Al respecto, las organizaciones señalan que el proceso es lento, muy al contrario de la dinamitación que se realiza en pocos segundos y destruye cavernas que tienen millones de años.
OPCIÓN TURÍSTICA
Basada en las experiencias de otros países, la Federación Paraguaya de Espeleología asegura que las cavernas son escenarios perfectos para el turismo y que reditúa favorablemente en concepto monetario.
A nivel mundial, el turismo en las cavernas genera un movimiento económico de alrededor de US$ 2,3 billones, considerando que se producen al año unas 150 millones de visitas turísticas en las cavernas del mundo.
En el caso de las de San Lázaro, la explotación turística es exclusividad de la municipalidad de dicho distrito.
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