Nota dejada por supuestos miembros del EPP |
Un empleado del establecimiento constató el hecho alrededor de las 15:00. El retiro del mismo establecimiento, ubicado en Kurusu de Hierro, Concepción, fue incendiado por miembros del EPP el 26 de febrero último.
El artefacto fue colocado en un bebedero de agua para animales de dos metros de diámetro en la estancia “Ypotî” y no queda dudas de que los responsables son miembros del grupo criminal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). No hubo heridos en el atentado.
El establecimiento pertenece al brasileño Mauricio Möller y es administrado por el paraguayo Silvio Ayala.
La explosión se produjo a 8 kilómetros del casco céntrico de la estancia y a 5 kilómetros del retiro “Pájaro Campana”, atacado el domingo 26 de febrero último. Los intervinientes hallaron cintas de embalaje y caños de plástico. También restos de varillas, que utilizan como metralla del explosivo.
No se sabe cuándo exactamente se produjo la detonación de la bomba. Los investigadores no supieron precisar si fue colocado recientemente o dejaron en el ataque perpetrado el 26 de febrero último.
La banda armada amenazó con perpetrar otros ataques en el mismo lugar, a través de una nota que dejaron durante el ataque al retiro de la estancia, registrado el pasado 26 de febrero de este año.
Mediante los escritos, los del EPP advirtieron con “penas máximas según se establece en las leyes revolucionarias” a los productores y ganaderos que contaminen los recursos naturales. El atentado fue adjudicado a una de las “células” del EPP, integrada por jóvenes dirigidos por Bernardo Bernal Maíz (18).
Exigencia
En el ataque del 26 de febrero, los miembros del EPP exigieron al dueño de la estancia que entregue víveres por valor de US$ 10.000 a pobladores de la colonia Nueva Fortuna, ubicada en la misma zona, pero ya dentro del distrito de Azotey.
En la colonia Nueva Fortuna se halla situada precisamente la casa de Bernardo Bernal Maíz, alias “Coco”, uno de los fusileros del grupo armado.
Otra petición de los criminales fue entregar más víveres y 10 vacas en la colonia indígena de la compañía Paso Itá, ubicada entre Kurusu de Hierro y Tacuatí.
La comunidad de los mbya guarani de Paso Itá rechazó la “donación”.
Los delincuentes emplazaron por ocho días a los peones para que sus patrones cumplan con las exigencias.
Las sospechas apuntan a una represalia por el incumplimiento de las condiciones de la banda criminal.
Hacienda Agüerito
Un custodio de la estancia “Agüerito”, de Cuero Fresco, Concepción, resultó herido el 12 de marzo al explotar una bomba, cinco días después de que un comando del EPP atacara el mismo establecimiento. Se trata de Dionisio Martínez Benítez (46), uno de los tres guardias privados de la empresa de seguridad San Jorge que presta servicios en la hacienda, propiedad de Renato Rezende.
La bomba con sistema de detonación a cuerda fue colocada a unos 20 metros de la caseta del establecimiento. Detonó a las 18:20 aproximadamente, cuando Martínez hacía el recorrido de rutina.
El guardia sufrió lesiones en el brazo, pierna y la ingle, lado izquierdo.
El establecimiento pertenece al brasileño Mauricio Möller y es administrado por el paraguayo Silvio Ayala.
La explosión se produjo a 8 kilómetros del casco céntrico de la estancia y a 5 kilómetros del retiro “Pájaro Campana”, atacado el domingo 26 de febrero último. Los intervinientes hallaron cintas de embalaje y caños de plástico. También restos de varillas, que utilizan como metralla del explosivo.
No se sabe cuándo exactamente se produjo la detonación de la bomba. Los investigadores no supieron precisar si fue colocado recientemente o dejaron en el ataque perpetrado el 26 de febrero último.
La banda armada amenazó con perpetrar otros ataques en el mismo lugar, a través de una nota que dejaron durante el ataque al retiro de la estancia, registrado el pasado 26 de febrero de este año.
Mediante los escritos, los del EPP advirtieron con “penas máximas según se establece en las leyes revolucionarias” a los productores y ganaderos que contaminen los recursos naturales. El atentado fue adjudicado a una de las “células” del EPP, integrada por jóvenes dirigidos por Bernardo Bernal Maíz (18).
Exigencia
En el ataque del 26 de febrero, los miembros del EPP exigieron al dueño de la estancia que entregue víveres por valor de US$ 10.000 a pobladores de la colonia Nueva Fortuna, ubicada en la misma zona, pero ya dentro del distrito de Azotey.
En la colonia Nueva Fortuna se halla situada precisamente la casa de Bernardo Bernal Maíz, alias “Coco”, uno de los fusileros del grupo armado.
Otra petición de los criminales fue entregar más víveres y 10 vacas en la colonia indígena de la compañía Paso Itá, ubicada entre Kurusu de Hierro y Tacuatí.
La comunidad de los mbya guarani de Paso Itá rechazó la “donación”.
Los delincuentes emplazaron por ocho días a los peones para que sus patrones cumplan con las exigencias.
Las sospechas apuntan a una represalia por el incumplimiento de las condiciones de la banda criminal.
Hacienda Agüerito
Un custodio de la estancia “Agüerito”, de Cuero Fresco, Concepción, resultó herido el 12 de marzo al explotar una bomba, cinco días después de que un comando del EPP atacara el mismo establecimiento. Se trata de Dionisio Martínez Benítez (46), uno de los tres guardias privados de la empresa de seguridad San Jorge que presta servicios en la hacienda, propiedad de Renato Rezende.
La bomba con sistema de detonación a cuerda fue colocada a unos 20 metros de la caseta del establecimiento. Detonó a las 18:20 aproximadamente, cuando Martínez hacía el recorrido de rutina.
El guardia sufrió lesiones en el brazo, pierna y la ingle, lado izquierdo.
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