- Los indígenas de la comunidad Vy’apavê, Azote’y, situada en la colonia Paso Tuyá del departamento de Concepción, se mostraron preocupados ante la marcada disminución de trabajos en las estancias de la zona, a partir del secuestro de Arlan Fick Bremm (16), retenido por el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) hace 78 días.
PASO TUYÁ, Dpto. de Concepción. El líder de la comunidad indígena Cristino Arce Benítez exteriorizó ayer la preocupación de las dos parcialidades que se encuentran en esta colonia del distrito de Azote’y, Pãi Tavyterã y Mbya Guarani.
Dijo que desde el secuestro del menor Arlan Fick Bremm, ocurrido el 2 de abril pasado, disminuyeron las tareas en las estancias, lugares donde los nativos obtenían trabajos para mantener a sus familias.
Arce Benítez señaló en guaraní que “hay menos trabajo en las estancias después de lo que pasó con el chico (por Arlan, hijo de colonos brasileños). Muchos (nativos) salieron de las estancias porque los dueños tienen miedo y prefieren parar el trabajo”.
Otros indígenas comentaron que tienen trabajos de limpieza pendientes en estancias, entre ellas en “Badenia”, que se encuentra precisamente en la zona donde se desarrolla el plagio del adolescente, pero los propietarios suspendieron las tareas por temor a ataques de los miembros del grupo criminal EPP.
“En la estancia Badenia tenemos 700 hectáreas de terreno para limpiar, pero el dueño suspendió porque está en la zona donde se cree que pasa ese grupo”, señaló uno de los afectados con la falta de trabajo.
La referida comunidad nativa se asentó en el sitio hace 40 años y posee 500 hectáreas de tierra.
La disminución de las tareas en los establecimientos afecta a sus 600 habitantes de las 134 familias.
Los indígenas del lugar cuentan con electricidad y agua potable, una escuela y un puesto de salud que funciona a medias, ya que no tienen medicamentos y solo una vez al mes acude un doctor para expedir recetas.
Tampoco tienen medios para auxiliar a sus enfermos, quienes en caso de urgencia deben trasladarse en motocicleta hasta la ciudad de Santa Rosa del Aguaray, departamento de San Pedro, distante unos 60 kilómetros.
El líder Arce Benítez se quejó igualmente de la casi nula asistencia del gobierno departamental.
Casas de Senavitat
El camino está en deplorable estado, principalmente en estas épocas de lluvia, situación por la cual precisamente los materiales que le proveen la Senavitat para la construcción de sus viviendas solo llegan hasta la calle principal que conduce al casco urbano de Paso Tuyá. De allí, deben acarrear por su medio uno o dos kilómetros.
La construcción de viviendas beneficia a 102 de las 134 familias. Las demás no recibieron la asistencia por falta de documentos de identidad, según dijo Arce Benítez.
La comunidad nativa se encuentra a seis kilómetros de la casa de Arlan, en un área de influencia del EPP, grupo que no pudo ser aún localizado por policías y militares que integran la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).
Dijo que desde el secuestro del menor Arlan Fick Bremm, ocurrido el 2 de abril pasado, disminuyeron las tareas en las estancias, lugares donde los nativos obtenían trabajos para mantener a sus familias.
Arce Benítez señaló en guaraní que “hay menos trabajo en las estancias después de lo que pasó con el chico (por Arlan, hijo de colonos brasileños). Muchos (nativos) salieron de las estancias porque los dueños tienen miedo y prefieren parar el trabajo”.
Otros indígenas comentaron que tienen trabajos de limpieza pendientes en estancias, entre ellas en “Badenia”, que se encuentra precisamente en la zona donde se desarrolla el plagio del adolescente, pero los propietarios suspendieron las tareas por temor a ataques de los miembros del grupo criminal EPP.
“En la estancia Badenia tenemos 700 hectáreas de terreno para limpiar, pero el dueño suspendió porque está en la zona donde se cree que pasa ese grupo”, señaló uno de los afectados con la falta de trabajo.
La referida comunidad nativa se asentó en el sitio hace 40 años y posee 500 hectáreas de tierra.
La disminución de las tareas en los establecimientos afecta a sus 600 habitantes de las 134 familias.
Los indígenas del lugar cuentan con electricidad y agua potable, una escuela y un puesto de salud que funciona a medias, ya que no tienen medicamentos y solo una vez al mes acude un doctor para expedir recetas.
Tampoco tienen medios para auxiliar a sus enfermos, quienes en caso de urgencia deben trasladarse en motocicleta hasta la ciudad de Santa Rosa del Aguaray, departamento de San Pedro, distante unos 60 kilómetros.
El líder Arce Benítez se quejó igualmente de la casi nula asistencia del gobierno departamental.
Casas de Senavitat
El camino está en deplorable estado, principalmente en estas épocas de lluvia, situación por la cual precisamente los materiales que le proveen la Senavitat para la construcción de sus viviendas solo llegan hasta la calle principal que conduce al casco urbano de Paso Tuyá. De allí, deben acarrear por su medio uno o dos kilómetros.
La construcción de viviendas beneficia a 102 de las 134 familias. Las demás no recibieron la asistencia por falta de documentos de identidad, según dijo Arce Benítez.
La comunidad nativa se encuentra a seis kilómetros de la casa de Arlan, en un área de influencia del EPP, grupo que no pudo ser aún localizado por policías y militares que integran la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).
No hay comentarios:
Publicar un comentario