Concepción.-
Los datos apuntan que entre 12 a 15 camiones cargados de rollos de diferentes especies nativas salen de los distritos y colonias del primer departamento, incluso de las reservas forestales.Generalmente, los conductores de los camiones rolleros –muchas veces indocumentados, al igual que la carga– aprovechan las horas de la noche para transitar libremente por la ruta que une Concepción con Vallemí y pasan sin mayores inconvenientes los puestos de control.
El tráfico de rollos en el departamento de Concepción sigue en auge. Según el fiscal del ambiente, Richard Alarcón, la falta de control de las instituciones encargadas de hacer cumplir las leyes alienta la actividad.
Los datos apuntan que entre 12 a 15 camiones cargados de rollos de diferentes especies nativas salen de los distritos y colonias del primer departamento, incluso de las reservas forestales.Generalmente, los conductores de los camiones rolleros –muchas veces indocumentados, al igual que la carga– aprovechan las horas de la noche para transitar libremente por la ruta que une Concepción con Vallemí y pasan sin mayores inconvenientes los puestos de control.
Por ejemplo, en las 10.000 hectáreas de tierra donadas a campesinos por Abderrada Yambay y Felino Amarilla en la zona del riacho La Paz, distante a 120 km aproximadamente de la capital departamental, los camiones llenos de rollos parten rumbo a los aserraderos de la colonia San Alfredo, Loreto, Paso Barreto y Concepción.
Desde la colonia San Alfredo, los madereros deben pasar por tres puestos policiales y una oficina del Instituto Forestal Nacional (Infona), que son las instituciones que deben realizar el control administrativo.
La Policía Nacional y el Infona no han reportado la detención de ningún camión rollero con irregularidades; solo cuando el Ministerio Público realiza controles se detectan las anomalías, indicó el fiscal del medio ambiente Richard Alarcón.Como consecuencia de los diferentes procedimientos, doce personas están imputadas por diversos delitos contra el medio ambiente, dos de ellas quedaron detenidas.
La ley que pena los delitos contra el medio ambiente establece de tres a ocho años de expectativa de prisión o multa, que en la mayoría de los casos se aplica.
Las especies más traficadas son incienso y tajy (lapacho). Los madereros se “ingenian” para conseguir la documentación para legalizar las cargas. Según una fuente, para hacer llegar un camión hasta un aserradero se debe pagar una coima de G. 500.000.
Por su parte, el jefe de policía en Concepción, Crio. Ppal. César Benítez, dijo que hace una semana se hizo cargo de la jefatura departamental, por lo que no se ha interiorizado del tema porque estuvo trabajando en desalojos.
Por otro lado, intentamos conocer la versión del Ing. Agr. Pedro Cantero, jefe del Infona en Concepción, pero en la oficina indicaron que estaba realizando fiscalizaciones en el campo.