“Sintierras” merodean estancia en Horqueta.

HORQUETA (ABC). Trabajadores de la estancia “Santa Silvia”, que conforma la empresa Agroganadera denominada San Luis SA, denunciaron que campesinos autodenominados “sintierras” merodean en sus inmediaciones con intenciones de reingresar a dicha propiedad privada, como aconteció en junio del año pasado. Voceros del citado establecimiento ganadero afirmaron que campesinos se reúnen semanalmente en Capitán Giménez (Calle 6) amenazando con ingresar a la citada propiedad en cualquier momento. No aceptan que la citada empresa cuente con seis mil hectáreas de tierras.

Uno de los informantes indicó que en las reuniones siempre participa el dirigente campesino Pablo Ortiz, miembro de la Mesa Coordinadora de Organizaciones Campesinas, MCNOC, quien tiene medidas sustitutivas de prisión.

Según los antecedentes, el dirigente fue detenido a finales del año pasado al ser imputado por la invasión de la misma propiedad y la quema de tractores.

La fuente indicó que siempre se lo observa en el lugar y criticó a la justicia por permitir que personas que actúan de esta manera sean liberadas condicionalmente y que rápidamente siguen fomentando las invasiones a propiedades privadas, como es el caso que se relaciona con el citado dirigente campesino.

CONTRATAN GUARDIAS

Ante esta situación los dueños contrataron a unas diez personas como guardias de seguridad para cuidar la estancia muy atacada en los últimos meses y manifestaron que si los campesinos deciden ingresar, se pueden producir hechos de violencia. Por eso han hecho la denuncia a la Policía y las autoridades judiciales.

Según se supo, las reuniones generalmente se realizan en una casa ubicada en las inmediaciones de la estancia, propiedad de una persona de apellido López.

Refieren que en anteriores invasiones los campesinos faenaron animales vacunos, principalmente vacas lecheras, robaron caballos, elementos y muebles del retiro, donde se encontraba una familia. Debido a esos hechos y la quema de un tractor, los propietarios tuvieron una pérdida aproximada de G. 200 millones.