El río Apa presenta pasos difíciles para la navegación, pero asombrosas correntadas para la vista y los aventureros.
CONCEPCION (ABC, corresponsal).
Estas vacaciones de verano que se aproximan son ideales para disfrutar de la belleza paradisiaca del primer departamento, que ofrece miles de atractivos, ideales para el turismo de naturaleza, desde el recreativo al científico. Regado por cinco ríos, es una mesopotamia por partida doble, coronada por la cordillera del Amambay y las serranías de San Luis y Quince Puntas. Sus campiñas conservan el estilo casi colonial muy apegado a lo tradicional y folclórico.
El río Apa presenta pasos difíciles para la navegación, pero asombrosas correntadas para la vista y los aventureros.
El solo hecho de viajar con destino a Concepción se constituye en una rápida aventura, al menos cuando el visitante opta por ingresar a la comarca norteña por la ruta "Transchaco". Apenas al llegar a la ciudad de Concepción, la gran puerta para el inicio de la aventura natural arranca con las construcciones de estilo colonial y de siglos pasados. Posteriormente se puede disfrutar de la impresionante riqueza natural casi virgen, en las selvas de los ríos Ypané, Aquidabán, Apa o Tagatiyá, y sus centenares de afluentes.
El imponente río Aquidabán ofrece hermosas playas para los veraneantes.
Los cristalinos arroyos, inigualables saltos en los afluentes del río Paraguay, con una fauna íctica y flora acuática, que se mezclan entre increíbles cardúmenes, algas y piedras de distintas tonalidades, cavernas con senderos y lagunas, serranías y grandes superficies boscosas inhóspitas, se constituyen en algunas de las numerosas opciones de turismo de naturaleza norteño.A estos se suman las cuantiosas cavernas, situadas en las últimas estribaciones de la cordillera del Amambay o las serranías; San Luis y Quince Puntas, que en su mayoría aún no fueron descubiertas y mucho menos exploradas. La mayoría de estas misteriosas cuevas, en su interior conservan arroyos y hasta lagunas, con interesantes especies de peces y reptiles, así como sus hechizantes estalagmitas y estalactitas.El fantástico itinerario real del turista de naturaleza también tiene como opción la exuberante vegetación en la cuenca del río Ypané que en toda su extensión presenta playas tranquilas y arenosas, con torrentosos rápidos entre belicosas rocas semisumergidas. No se puede olvidar otro importante tributario del río Paraguay, como el arroyo Yuiy, camuflada por completo bajo bosques, donde abundan minúsculos mamíferos, una gran variedad de aves y reptiles, cobijados en medio de una vegetación sui géneri, compuestas por algas, helechos y hongos gigantescos, así como el jatai, pindó, tacuara y lianas.Más al norte están los ríos Aquidabán, Tagatiyá y Apa, con decenas de balnearios muy naturales con miles de metros de playas con las más refinadas arenas, en otros saltos y rápidos, formados en las estribaciones de las serranías de la región norte.Una mención especial cabe al Tagatiyá, ubicado a 80 km. de la ciudad de Concepción, desde su naciente en la cima de la serranía San Luis, bajo el cuidado de los estancieros visionarios, grandes pioneros del ecoturismo nacional, que ofrecen confortables comodidades en medio de las aún salvajes, frondosas y quizás últimas selvas. Entre algunos de los destinos en la cuenca del Tagatiyá, se pueden citar las estancias Tagatiyá, Luciole, Ña Blanca, Ña Ursula, Villa Nueva, Garay-cue, Santa Irene, Belo Horizonte y San Fernando desde donde hace un par de años se iniciaron las primeras prácticas de turismo ecológico, de aventura, rural y científico. Para concluir toda la travesía, nada mejor que visitar los museos de Concepción, que conservan muestras de la era cuaternaria, vestigios coloniales, de las guerras del 70’ y del Chaco y del pasado floreciente de la Villa Real de la Concepción.
El río Apa presenta pasos difíciles para la navegación, pero asombrosas correntadas para la vista y los aventureros.
El solo hecho de viajar con destino a Concepción se constituye en una rápida aventura, al menos cuando el visitante opta por ingresar a la comarca norteña por la ruta "Transchaco". Apenas al llegar a la ciudad de Concepción, la gran puerta para el inicio de la aventura natural arranca con las construcciones de estilo colonial y de siglos pasados. Posteriormente se puede disfrutar de la impresionante riqueza natural casi virgen, en las selvas de los ríos Ypané, Aquidabán, Apa o Tagatiyá, y sus centenares de afluentes.
El imponente río Aquidabán ofrece hermosas playas para los veraneantes.
Los cristalinos arroyos, inigualables saltos en los afluentes del río Paraguay, con una fauna íctica y flora acuática, que se mezclan entre increíbles cardúmenes, algas y piedras de distintas tonalidades, cavernas con senderos y lagunas, serranías y grandes superficies boscosas inhóspitas, se constituyen en algunas de las numerosas opciones de turismo de naturaleza norteño.A estos se suman las cuantiosas cavernas, situadas en las últimas estribaciones de la cordillera del Amambay o las serranías; San Luis y Quince Puntas, que en su mayoría aún no fueron descubiertas y mucho menos exploradas. La mayoría de estas misteriosas cuevas, en su interior conservan arroyos y hasta lagunas, con interesantes especies de peces y reptiles, así como sus hechizantes estalagmitas y estalactitas.El fantástico itinerario real del turista de naturaleza también tiene como opción la exuberante vegetación en la cuenca del río Ypané que en toda su extensión presenta playas tranquilas y arenosas, con torrentosos rápidos entre belicosas rocas semisumergidas. No se puede olvidar otro importante tributario del río Paraguay, como el arroyo Yuiy, camuflada por completo bajo bosques, donde abundan minúsculos mamíferos, una gran variedad de aves y reptiles, cobijados en medio de una vegetación sui géneri, compuestas por algas, helechos y hongos gigantescos, así como el jatai, pindó, tacuara y lianas.Más al norte están los ríos Aquidabán, Tagatiyá y Apa, con decenas de balnearios muy naturales con miles de metros de playas con las más refinadas arenas, en otros saltos y rápidos, formados en las estribaciones de las serranías de la región norte.Una mención especial cabe al Tagatiyá, ubicado a 80 km. de la ciudad de Concepción, desde su naciente en la cima de la serranía San Luis, bajo el cuidado de los estancieros visionarios, grandes pioneros del ecoturismo nacional, que ofrecen confortables comodidades en medio de las aún salvajes, frondosas y quizás últimas selvas. Entre algunos de los destinos en la cuenca del Tagatiyá, se pueden citar las estancias Tagatiyá, Luciole, Ña Blanca, Ña Ursula, Villa Nueva, Garay-cue, Santa Irene, Belo Horizonte y San Fernando desde donde hace un par de años se iniciaron las primeras prácticas de turismo ecológico, de aventura, rural y científico. Para concluir toda la travesía, nada mejor que visitar los museos de Concepción, que conservan muestras de la era cuaternaria, vestigios coloniales, de las guerras del 70’ y del Chaco y del pasado floreciente de la Villa Real de la Concepción.
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