Ayer, el presidente Federico Franco visitó el lugar y se reunió con las hijas del estanciero asesinado, quienes aceptaron custodia policial para seguir trabajando en Tacuatí.
TACUATÍ, Dpto. de San Pedro. El presidente de la República, Federico Franco, volvió ayer a esta ciudad del departamento de San Pedro, donde se reunió por más de una hora y media con la cúpula militar y policial en el destacamento de Tacuatí Poty, dependiente de la Tercera División de Caballería, donde permanece un importante contingente de ambas fuerzas desde el asesinato de Luis Lindstron, ocurrido hace nueve días a 2.000 metros de este punto.
La comitiva del jefe de Estado, que vino en un avión hasta la estancia “Paso Itá”, estuvo integrada además por el obispo castrense, monseñor Adalberto Martínez, así como por el ministro del Interior, Carmelo Caballero, quien en la ocasión habló del área de influencia del EPP, que ha ido creciendo.
La reunión en el destacamento militar se basó en los informes que recibió Franco acerca de los operativos en curso tras el crimen de Luis Lindstron. Asimismo, se diseñaron planes de asistencia integral del Estado a los pobladores de esta parte del país a través de instituciones como el Indert y la Secretaría de Acción Social (SAS), según declaró Carmelo Caballero.
Posteriormente, el presidente de la República, el ministro y el obispo citado visitaron a las hijas de Luis Lindstron en la casa donde vivía el estanciero, en el pueblo de Tacuatí.
En dicho encuentro, las mujeres anunciaron al jefe de Estado que seguirán el trabajo dejado por su padre y a la vez aceptaron custodia policial permanente, contrariamente al ganadero asesinado, quien nunca quiso andar con vigilancia, pese a que era constantemente amenazado por el EPP.
Sede militar a la Policía
Antes de partir de nuevo a Asunción, el ministro Caballero dijo a los periodistas que el destacamento militar de Tacuatí Poty será cedido ahora por las Fuerzas Armadas, y por instrucciones del Presidente, a favor de la Policía Nacional para la instalación de un puesto permanente con agentes de las fuerzas especiales, considerando que el asentamiento colindante sirve supuestamente como guarida de una de las células del EPP.
Asimismo, el secretario de Estado refirió que se intensificarán los trabajos de inteligencia, ya que según sus cálculos, el EPP mantiene un área de influencia de 500.000 hectáreas, dentro de las cuales perpetraron numerosos ataques en establecimientos, con atentados y homicidios.
Tarea difícil
Esta vasta zona dominada por los criminales difícilmente podrá ser reconquistada por los organismos de seguridad sin un trabajo sostenido y coordinado con otras instituciones del Estado, que colaboren en el desarrollo integral de los pueblos influenciados por la ideología radical de los secuestradores.
El mismo comandante de la Policía, Aldo Pastore, reconoció días atrás que el EPP no va a ser desbaratado a corto plazo, ya que “no se le puede dar una solución policiaca a un problema con raíz social”, según mencionó. Por otro lado, las incursiones disminuyeron sustancialmente, debido a la escasa información de inteligencia, por lo que el crimen del ganadero Lindstron tiende a quedar impune, así como la mayoría de los otros atentados del EPP.
Fuente: ABC
TACUATÍ, Dpto. de San Pedro. El presidente de la República, Federico Franco, volvió ayer a esta ciudad del departamento de San Pedro, donde se reunió por más de una hora y media con la cúpula militar y policial en el destacamento de Tacuatí Poty, dependiente de la Tercera División de Caballería, donde permanece un importante contingente de ambas fuerzas desde el asesinato de Luis Lindstron, ocurrido hace nueve días a 2.000 metros de este punto.
La comitiva del jefe de Estado, que vino en un avión hasta la estancia “Paso Itá”, estuvo integrada además por el obispo castrense, monseñor Adalberto Martínez, así como por el ministro del Interior, Carmelo Caballero, quien en la ocasión habló del área de influencia del EPP, que ha ido creciendo.
La reunión en el destacamento militar se basó en los informes que recibió Franco acerca de los operativos en curso tras el crimen de Luis Lindstron. Asimismo, se diseñaron planes de asistencia integral del Estado a los pobladores de esta parte del país a través de instituciones como el Indert y la Secretaría de Acción Social (SAS), según declaró Carmelo Caballero.
Posteriormente, el presidente de la República, el ministro y el obispo citado visitaron a las hijas de Luis Lindstron en la casa donde vivía el estanciero, en el pueblo de Tacuatí.
En dicho encuentro, las mujeres anunciaron al jefe de Estado que seguirán el trabajo dejado por su padre y a la vez aceptaron custodia policial permanente, contrariamente al ganadero asesinado, quien nunca quiso andar con vigilancia, pese a que era constantemente amenazado por el EPP.
Sede militar a la Policía
Antes de partir de nuevo a Asunción, el ministro Caballero dijo a los periodistas que el destacamento militar de Tacuatí Poty será cedido ahora por las Fuerzas Armadas, y por instrucciones del Presidente, a favor de la Policía Nacional para la instalación de un puesto permanente con agentes de las fuerzas especiales, considerando que el asentamiento colindante sirve supuestamente como guarida de una de las células del EPP.
Asimismo, el secretario de Estado refirió que se intensificarán los trabajos de inteligencia, ya que según sus cálculos, el EPP mantiene un área de influencia de 500.000 hectáreas, dentro de las cuales perpetraron numerosos ataques en establecimientos, con atentados y homicidios.
Tarea difícil
Esta vasta zona dominada por los criminales difícilmente podrá ser reconquistada por los organismos de seguridad sin un trabajo sostenido y coordinado con otras instituciones del Estado, que colaboren en el desarrollo integral de los pueblos influenciados por la ideología radical de los secuestradores.
El mismo comandante de la Policía, Aldo Pastore, reconoció días atrás que el EPP no va a ser desbaratado a corto plazo, ya que “no se le puede dar una solución policiaca a un problema con raíz social”, según mencionó. Por otro lado, las incursiones disminuyeron sustancialmente, debido a la escasa información de inteligencia, por lo que el crimen del ganadero Lindstron tiende a quedar impune, así como la mayoría de los otros atentados del EPP.
Fuente: ABC
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