El documento firmado por unos 30 vecinos de la zona indica que el concejal arroja el desagüe cloacal de su vivienda a través de un caño a la calle y los efluentes ingresan a los patios de sus vecinos.
Los denunciantes afirman que los desechos también llegan al predio de la escuela “Virgen de Fátima” y contaminan el pequeño arroyo Paso’i, que desemboca directamente en el arroyo Espajín.
Por su parte, el concejal Cabrera negó todas las acusaciones de sus vecinos. Señaló que los desechos del pozo ciego de su vivienda no podrían llegar a las nacientes del arroyo, pues porque para ello mandó construir una muralla.
María Zunilda Segovia, vocera de los vecinos, afirmó que a través de un caño instalado por los pobladores de la “zona alta” salen materia fecal y aguas negras que causan olores nauseabundos y van directo al arroyo.
Sobre los basurales observados en las inmediaciones del pequeño arroyo, Segovia manifestó que son restos de basuras tiradas en las calles por los habitantes de la zona alta de la ciudad, que los raudales de las lluvias arrastran hasta el barranco.
La mujer pidió a las autoridades municipales la intervención de la vivienda para acabar con dicha práctica que destruye el medio ambiente y los afecta directamente, ya que “hay días en los que no se puede ni comer por el hedor que llega al vecindario”.
Consultado al respecto, el secretario municipal del ambiente, Ing. Agr. Víctor Gill, dijo que aún no intervinieron el sitio porque no recibieron ninguna denuncia escrita.
Fuente: ABC
Los denunciantes afirman que los desechos también llegan al predio de la escuela “Virgen de Fátima” y contaminan el pequeño arroyo Paso’i, que desemboca directamente en el arroyo Espajín.
Por su parte, el concejal Cabrera negó todas las acusaciones de sus vecinos. Señaló que los desechos del pozo ciego de su vivienda no podrían llegar a las nacientes del arroyo, pues porque para ello mandó construir una muralla.
María Zunilda Segovia, vocera de los vecinos, afirmó que a través de un caño instalado por los pobladores de la “zona alta” salen materia fecal y aguas negras que causan olores nauseabundos y van directo al arroyo.
Sobre los basurales observados en las inmediaciones del pequeño arroyo, Segovia manifestó que son restos de basuras tiradas en las calles por los habitantes de la zona alta de la ciudad, que los raudales de las lluvias arrastran hasta el barranco.
La mujer pidió a las autoridades municipales la intervención de la vivienda para acabar con dicha práctica que destruye el medio ambiente y los afecta directamente, ya que “hay días en los que no se puede ni comer por el hedor que llega al vecindario”.
Consultado al respecto, el secretario municipal del ambiente, Ing. Agr. Víctor Gill, dijo que aún no intervinieron el sitio porque no recibieron ninguna denuncia escrita.
Fuente: ABC
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