En un pronunciamiento emitido ayer se hizo notar las peripecias que pasan pobladores del departamento de Alto Paraguay y del distrito de Puerto Pinasco. Entre otras cosas, reclaman a las autoridades la falta de agua potable para los pobladores, profesionales médicos y medicamentos y los constantes cortes de energía eléctrica.
Mons. Gabriel Escobar, obispo del Vicariato Apostólico del Chaco Paraguayo, detalló lo que estos pobladores sufren estando en dicha zona del país. “Estamos sobre la ribera, pero no tenemos la posibilidad de tratar el agua, por lo que deben tomar agua cruda, lo que a la larga produce problemas de salud”.
Otro inconveniente es la falta de camino de todo tiempo, pese a que las autoridades del Ministerio de Obras Públicas ya se habían comprometido a construir un asfaltado que una las localidades de Carmelo Peralta con Loma Plata.
No obstante, según dijo, lo que más preocupa es la falta de acceso a puestos de salud eficientes, ya que, pese a contar con un hospital regional en la zona, en éste no hay disponibles medicamentos básicos o profesionales especialistas como clínicos, cardiólogos o pediatras, por lo que los que van a buscar atención médica son nuevamente derivados a Concepción o a Brasil.
“Los puestos de salud y Hospital Regional no cuentan con una estructura edilicia y el equipamiento adecuado para atender con calidad a la población del Alto Paraguay y distrito de Puerto Pinasco. No se cuenta con sala equipada de cirugía, análisis y especialistas, mucho menos sala de terapia. No hay profesionales y medicamentos necesarios”, señala el pronunciamiento al respecto.
Expresa que preocupa la venta de drogas, favorecida y encubierta por los adultos, por lo que piden “un mayor esfuerzo y trabajo de las instituciones como municipalidades, Codeni, Policía, Fiscalía y Poder Judicial”.
El religioso habló además del despojo sistemático de tierras a pobladores de la zona, en complicidad con algunas instituciones públicas y políticos.
ABC
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