Obispo Ortiz: “El nuevo Papa le quiere a los paraguayos”

Monseñor Zacarías Ortiz, de la Diócesis de Concepción, señaló que Jorge Mario Bergoglio tiene un gran desafío al asumir pastor de la Iglesia Católica. ​"Benedicto XVI ya nos había dado señales de que la iglesia debía reformarse y Francisco necesita tener mano firme", sostuvo el prelado. Indicó que existen muchas posibilidades de que el nuevo Papa visite nuestro país en julio. 

"Bergoglio ya demostró mucha simpatía hacia nuestros compatriotas en la Argentina", expresó.
Monseñor Ortiz hizo un análisis sobre la designación del nuevo Papa Francisco. "El Papa anterior nos dejó señales de que la Iglesia está en crisis y había pedido que su sucesor sea más joven y vigoroso para enfrentar la situación", manifestó a Radio UNO el Obispo de Concepción.
Orientaciones bien claras y mano firme debe tener el nuevo representante de Dios en la tierra, según Zacarías Ortiz.
"Este nuevo Papa ya nos dio sorpresas al inicio de su pontificado. Primero que se presentó de forma muy sencilla, conservando su condición de Obispo externamente. En segundo lugar, que se humilló delante del pueblo pidiendo oraciones por él antes de bendecirles", sostuvo.
Resaltó que la votación de los cardenales, reunidos en cónclave, fue muy rápida. "En 24 horas ya estaba la decisión tomada, quiere decir que había un cierto consenso de antemano", acotó.
Para Monseñor Zacarías llama la atención el nombre que eligió el argentino. "Francisco es un nombre original, que implica una gran responsabilidad ya que San Francisco de Asís fue muy austero", expresó. Agregó que "tengo noticias de que Bergoglio es una persona muy austera, creo que por eso la elección del nombre".
"Él le quiere a los paraguayos (por Francisco) ya tuvo varios gestos hacia los paraguayos que viven en la Argentina, siempre ayudó a los compatriotas, demostró varios gestos de simpatía", afirmó.
Por último, el Obispo paraguayo destacño la sencillez, humildad y firmeza de Bengoglio. "Es una persona sencilla y humilde, pero con mucha firmeza. En cambio, Benedicto fue un pensador, nunca trabajó como pastor con la gente. La iglesia latinoamericana es muy particular. Aquí la religiosidad popular es muy fuerte", alegó.

Fuente: HOY